El gobernador de Texas, Greg Abbott, arremetió de nuevo contra los migrantes irregulares y ordenó instalar más boyas en el río Bravo, en el área entre Piedras Negras y Eagle Pass.
Fue la oficina del gobernador Greg Abbott la que confirmó que trabajadores estatales amplían una barrera de unos 300 metros de boyas color naranja en la zona ubicada entre Piedras Negras, Coahuila, y Eagle Pass, Texas, que fue un punto crítico para los cruces ilegales el año pasado.
Estas acciones se realizan pese a que el gobierno del presidente Joe Biden cuestiona la potestad de ese estado para hacerlo.
La medida, que comenzó a hacerse realidad desde el miércoles por la tarde, constituye un desafío directo a la Casa Blanca y pone de manifiesto que Texas espera contar pronto con más libertad para aplicar sus propias medidas de control en la frontera internacional durante el gobierno de Donald Trump.
Los cruces desde el sur se han reducido drásticamente este año, después de que el gobierno federal restringió la capacidad de los solicitantes de asilo para permanecer en Estados Unidos tras entrar sin autorización.
En el tramo de la frontera de Texas que incluye Eagle Pass, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza registró unos 8 mil 500 encuentros con migrantes irregulares el mes pasado, frente a los 38 mil reportados el mismo mes de 2023.
El pleito sobre las boyas avanza en los tribunales federales desde que la Administración Biden presentó una demanda el año pasado, en la que argumenta que, al construir la barrera, el estado de Texas viola una ley federal que regula las aguas navegables en Estados Unidos.
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