Por Ricardo Burgos Orozco
En la década de los setenta surgió una campaña para prevenir y controlar la contaminación ambiental; se llamaba “Ponga la Basura en su Lugar”. Tuvo mucho éxito entre la población, tanto que todavía nos acordamos de la frase. No sé qué tan efectiva fue a final de cuentas.
Entre los lugares donde se instalaron botes de basura fue en los pasillos y andenes de las estaciones del Metro. Recuerdo que hasta hace poco tiempo, tal vez cuatro o cinco años, había pequeños recipientes para desechos en varias estaciones de la Línea 2 que va de Taxqueña a Cuatro Caminos, pero ya los quitaron. También había asientos y ya fueron retirados.
Hace unos días hice un recorrido por varias estaciones y observé que en ninguna hay un solo contenedor de basura en pasillos, andenes, entradas. La gente si desea tirar basura debe esperar a llegar a su casa o tirar sus desechos saliendo del Metro.
Me fijé que no todos los usuarios son cuidadosos de guardar la basura porque vi algunas personas que la arrojan a las orillas de las escaleras o en los propios andenes. El personal de limpieza se encarga de recogerla, pero no sé dónde tienen sus contenedores. Dicen que levantan un promedio de 270 toneladas de desechos al mes.
Según las autoridades del Metro, retiraron los contenedores porque detectaron que mucha gente llegaba a depositar los desperdicios de sus casas y sus trabajos. Alegan que ningún pasajero debería traer nada de basura durante sus trayectos, pero he visto gente que va comiendo y tiran la basura donde sea, hasta en las vías energizadas y eso ha hecho que se provoquen retrasos en los recorridos con la consabida molestia de los usuarios.
Antes de leer sobre las declaraciones de los funcionarios, pensaba que no hay recipientes de basura en las instalaciones del Metro porque la mayoría de las estaciones están saturadas de usuarios, sobre todo en horas “pico” y es muy difícil que exista un espacio libre en pasillo, andenes y accesos para colocar contenedores. Además, tendrían que estar desalojándolos continuamente y no sería práctico.
Lo que no entiendo es adónde se depositan los desechos que recoge el personal de intendencia, tal vez en algún espacio dentro de las oficinas. De todos modos, pese a que no existen botes, la mayoría de los pasajeros es muy ordenado para la basura porque no veo cerros de desperdicios como en otras ciudades del mundo, especialmente Nueva York, en Estados Unidos.
Hace unas semanas viaje a Tacubaya; dentro no había basura, pero a la salida, subiendo las escaleras, estaba acumulada en los rincones de las calles cercanas porque hay un mercado y eso genera más desperdicios.
Por lo que sea, el Metro debería tener botes para tirar la basura porque, aunque digan que los pasajeros no deben generar desechos durante sus trayectos; en realidad sí lo hacen y en muchas ocasiones en gran medida.
Imagen: Especial