La sobrina de Jorge Negrete que triunfa en España, Milán

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Cuando se habla de la ópera mexicana quizá lo primero que se asocie a ella sea el nombre de Javier Camarena o el de Ramón Vargas. Pero lejos de aquí, en escenarios tan importantes como los de España o Milán resuenan otros nombres, otras identidades.

Una de ellas es la de la soprano María Katzarava, quien ha sido reconocida no sólo por su potente voz sino por su capacidad histriónica, incluso es considerada como una de las pocas cantantes femeninas que pueden interpretar en toda su complejidad la música de Verdi, y es que en su genealogía la música no ha sido un elemento ajeno y mucho menos complejo.

Sobrina de Jorge Negrete, y de dos violinistas, María tuvo su primer encuentro con la música cuando sólo tenía tres años. Desde entonces, ha tenido claro que su destino es indisoluble al de la música aunque nunca pensó que terminaría siendo una de las sopranos más reconocidas del mundo.

“Mi primer encuentro con la música fue a los tres años, pero yo quería ser cantante de rock, estudiaba para eso. En mi familia hay una vena musical impresionante porque mi papá y mi mamá eran violinistas, así que desde pequeña estuve muy involucrada con el ambiente. Me enamoré de la ópera cuando yo tenía 15 años, me di cuenta de lo maravillosa que era y comencé a tomar clases privadas, luego ingresé a la escuela de música de México”, cuenta a ContraRéplica la soprano, radicada en España.

En 2006, Katzarava debutó en el Palacio de Bellas Artes con el papel de "Stéphano" en la obra Roméo et Juliette de Gounod, desde entonces cada paso que da ha sido para ir más allá de lo que ella misma pensaba.

El despunte de su carrera inició en 2009 luego de participar en Operalia, una competencia internacional de cantantes dirigido por el tenor español, Plácido Domingo. Desde entonces Katzarava ha pisado los escenarios más importantes del mundo y cantado junto a reconocidas personalidades como Andrea Bocelli, Ana Netrebko o el propio Plácido Domingo.

“Me siento una mujer afortunada porque a pesar de que en el mundo de la ópera —como en cualquier otro ambiente — siempre hay envidia y una lucha de egos descomunal, pero nunca he sufrido discriminación de ningún tipo, mucho menos por mi género. Al contrario, pienso que me han abierto la puertas de muchos lados, en ese sentido me puedo considerar una mujer y una cantante privilegiada, aunque claro todo ha venido también con mucho esfuerzo y disciplina. El mundo de la ópera es algo que te exige mucha disciplina y una entrega total. Cuidados que debes tener con tu cuerpo, sobretodo con la voz porque es la herramienta con la que trabajas”, detalla.

La soprano asegura que no es indiferente a la situación por la que atraviesan aquellas mujeres que son violentadas en la ópera y en muchos aspectos de la vida cotidiana, sin embargo, dice, que existe una línea muy delgada que no busca rebasar.

“Yo entiendo la situación que viven muchas mujeres, pero también creo que existe una línea muy delgada, que no se debe atravesar. Lo que considero que es delicado es cuando se usan testimonios falsos para dañar a compañeros hombres o a otras mujeres. Creo que la violencia se debe erradicar”, menciona a acerca de la nueva ola feminista que se vive en México.

Los próximos 13 y 14 de marzo la tenor regresa a México para presentar la ópera Tosca, en Tlaqná Centro Cultural, en Xalapa. Se trata de una velada de bel canto en donde compartirá escenario con dos tenores en una pieza que mezcla amor, intriga, violencia y muerte.