La obsesión por los robots humanoides

En 2024, la carrera por desarrollar robots humanoides está en su auge. Varias empresas han destinado inversiones masivas para avanzar en este tipo de tecnología, consolidando este año como el boom de los robots con forma y comportamiento humano. Un ejemplo reciente es la demostración del Teslabot, que ha generado gran expectativa. Además, varias marcas importantes están anunciando proyectos similares, lo que muestra que este nicho de la robótica está creciendo a pasos agigantados. Pero la pregunta clave es: ¿qué tan cerca estamos de tener un robot humanoide realmente eficiente?

Uno de los primeros casos de uso de estos robots es en el ámbito doméstico, donde se espera que puedan realizar diversas tareas como planchar, lavar los platos, servir bebidas o incluso cocinar. La promesa de tener un asistente robótico que se encargue de las labores del hogar es atractiva, pero aún lejana. Otro uso clave es en el sector industrial, donde los robots humanoides podrían asumir actividades repetitivas y peligrosas. Su capacidad para entrar en ambientes hostiles —como áreas radioactivas, zonas infectadas por virus o bacterias— podría revolucionar la seguridad laboral. Además, los robots podrían desempeñar un papel crucial en la asistencia a personas mayores, la exploración espacial y muchas otras funciones que hoy requieren intervención humana.

Sin embargo, el reto tecnológico es inmenso. Uno de los mayores desafíos es el procesamiento necesario para que estos robots puedan tener un lenguaje fluido y realizar movimientos precisos. Hoy en día, la capacidad de procesamiento local de los robots es insuficiente para manejar todas estas tareas de manera eficiente. Esto obliga a que parte del procesamiento se realice en servidores en la nube, lo que a su vez depende de una conexión a internet estable y de alta velocidad. Además, está el problema de la autonomía. Las baterías actuales no ofrecen la durabilidad suficiente para que los robots sean funcionales por largos períodos sin requerir recargas frecuentes. Aunque existen propuestas como el uso de baterías nucleares para extender su autonomía, esto incrementaría considerablemente el costo de fabricación.

A pesar de estos desafíos, es innegable que el desarrollo de esta tecnología avanza con rapidez. Es probable que en un futuro cercano veamos robots humanoides desempeñándose en entornos controlados y realizando tareas específicas con un alto grado de eficiencia. Sin embargo, la visión de un robot completamente autónomo, capaz de convivir con los humanos en cualquier escenario, aún está a años de distancia. Todavía se requieren muchos avances en investigación y desarrollo para superar las limitaciones actuales.

El viaje hacia la creación de robots humanoides plenamente funcionales ha comenzado y, sin duda, no se detendrá. En un futuro no tan lejano, estos robots convivirán con nosotros en diversos contextos, desde el hogar hasta el espacio. Por ahora, seguimos maravillándonos con los primeros pasos de esta fascinante tecnología.

Octygeek / Alejandro del Valle Tokunhaga

Cofundador de Octopy empresa dedicada a Inteligencia Artificial y Rbótica.

alejandro.delvalle@octopy.com