México ejerce un racismo silencioso contra afrodescendientes, advierten

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México vive un racismo institucional, silencioso y solapado por autoridades y sociedad en contra de los afrodescendientes, con actos que van desde detenciones en retenes policiacos, migratorios y aeropuertos; negarles acceso a programas sociales y haberlos incluido en un censo nacional después de siglos.

Aseveró el presidente del Comité Ciudadano en Defensa de Naturalizados y Afromexicanos, Wilner Metelus, quien dijo que lo ocurrido en Estados Unidos con el asesinato de George Floyd por parte de policías es consecuencia del discurso racista de Donald Trump y que México debe verse en ese espejo porque aquí “el racismo se ejerce desde el poder, desde las instituciones, lo mismo con detenciones, agresiones policiales y aduaneras y la discriminación de programas sociales”.

“Lo que está pasando en EU con el tema del racismo no es lejano en México, donde se da un racismo silencioso, institucional, de desprecio, de borrarlos o de negarles programas, servicios médicos, de ni siquiera considerarlos mexicanos, de cuestionar su nacionalidad lo mismo en aeropuertos que en estaciones migratorias”, apuntó.

En entrevista con ContraRéplica, expuso que si bien en México no son tan visibles los grupos de odio en contra de los afromexicanos como en EU, es claro que hay una cultura de discriminación en algunos lugares como restaurantes, tiendas y hoteles, donde hay rechazo, son mal vistos, lo mismo cuando van a solicitar empleo, el color de la piel parece ser más importante que los estudios o la preparación.

“Incluso gente con licenciatura, con maestría o doctorado tiene dificultades para entrar en algunas empresas e incluso en universidades. En la televisión mexicana casi no hay presencia de afromexicanos, los ponen en ocasiones como personajes de relleno o cómicos. Ese es el racismo silencioso, pero presente desde hace siglos. México es un país racista”, subrayó.

Expuso que es común que en los aeropuertos mexicanos se detenga, se interrogue e incluso se deporte a personas afrodescendientes mexicanas, quienes por el color de su piel son confundidos con extranjeros, africanos o caribeños. “Se les cuestiona la nacionalidad, se les obliga a cantar el himno, se les preguntan pasajes de la historia, se le quita la documentación y se les acusa de que es falsa”.

Destacó que ese racismo en ocasiones se convierte en violencia, como el asesinato de dos haitianos en Tijuana en los últimos meses a manos de policías. El último de ellos en enero pasado. “Aquí no hubo manifestaciones como en Estados Unidos, pero fueron crímenes similares”, apuntó.

Metelus dijo que para el Estado mexicano los afrodescendientes no existen, “es una comunidad invisible, de tercera categoría” y prueba de ello es que tuvieron que pasar 500 años para que se incluyeran en un censo nacional.

“Eso es una vergüenza para el país, que muestra el profundo racismo y exclusión, no sólo en la estadística nacional, sino de programas sociales. No hay apoyo oficiales, las comunidades más pobres, sin servicios, sin programas sociales en el país no son las indígenas, sino los pueblos afrodescendientes de Guerrero y Oaxaca. Hay un doble discurso del gobierno, pero en el fondo prevalece el racismo institucional”.

Recordó que el pasado 29 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Tijuana “me detuvieron. Un agente del Instituto Nacional de Migración me preguntó mi nacionalidad y le dije que era mexicano.

“A poco es mexicano”, me respondió. “No tienes cara de mexicano” y me exigieron que les entregara mi credencial de elector. Después de tres días la entregaron en la sede de la CNDH. No ha habido respuesta a mi queja”.

Por su parte, el sociólogo y maestro de la Universidad La Salle, Felipe Gaytán, coincidió en que México es un país “profundamente racista en contra de los afromexicanos e indígenas. En nuestro país no se ha reconocido a la tercera raíz, es decir a los afrodescendientes y durante muchos años han estado invisibilizados de las políticas públicas”.

“La misma sociedad no concibe que en nuestra sociedad existan personas de color, de origen africano. Cuando vemos a alguien inmediatamente asumimos que son extranjeros, no mexicanos. En México hay una parte silenciosa de un racismo que jugamos no sólo con los afrodescendientes, sino también con los indígenas y los migrantes, lo mismo caribeños o centroamericanos”.

El integrante del Consejo Consultivo del Consejo Nacional de Población (Conapo) indicó que las políticas públicas están dirigidas hacia las comunidades originarias, hacia los pueblos indígenas y muy poco hacia las comunidades afrodescendientes.

“Lo hemos discutido en el Conapo, cómo visibilizar a esta población y hacer efectivas las políticas sociales para los afrodescendientes. Siendo mexicanos no son reconocidos en el país. Es una discusión de política pública para su incorporación.

Como ejemplo de este racismo, expuso que en las festividades de la Guelagetza, hace dos años, dos comunidades afrodescendientes de la Costa de Oaxaca, quisieron participar con bailables y las comunidades indígenas dijeron que no, porque ellos no eran oaxaqueños.