Nueva “normalidad”

El mundo no puede detenerse y ha hecho lo posible por aguantar esta pandemia tan cruda y reactivar lo antes posible las actividades económicas que lo tienen a flote, entre las cuales está la industria del futbol y todo el dinero que mueve, además de su impacto como distractor social, que a veces es necesario en medio de tanta mala noticia.

Pero el futbol al que tendremos que acostumbrarnos a partir de este sábado con el regreso de la Bundesliga podría empezar a ser muy diferente al que vivíamos hace apenas unos meses. Las autoridades sanitarias emitirán sus recomendaciones en cada país, y las diferentes ligas tomarán las medidas pertinentes.

Regresa el futbol, sí, pero únicamente con el mínimo material humano posible. El público no vuelve a los estadios y yo tengo serias dudas de cuándo será eso realmente posible, sobre todo ante reportes en diversas partes del mundo sobre eventuales repuntes en los contagios por Covid19. Mientras no exista vacuna, nada será garantía.

En el caso del balompié alemán, la liga se dio a la tarea de enviar un plan que divide a los estadios en tres zonas, en las que quedará prohibido laborar horas innecesarias procurando no generar aglomeraciones de gente (staff técnico y demás) durante periodos prolongados de tiempo.

Hay otras medidas que ya se consideran ahí y en otras naciones. Quizá pudiera parecer ridículo prohibir abrazos en los festejos, escupir en la cancha o saludar de mano en los protocolos en un deporte que es de contacto y donde las formas de contagio estarán más que presentes en el forcejeo propio del juego.

Pero recordemos que todo esto ya se hizo, al menos en México, antes de que la pandemia se agravara, y se entendió más como un mensaje hacia la gente que presencia el espectáculo (para que lo tome como ejemplo), que una medida de protección para los atletas.

Europa saldrá de la crisis primero que nosotros, porque allá el virus llegó antes. Y puede ser buen indicador de cuánto tiempo nos tomará a nosotros volver a disfrutar de nuestra Liga Mx. Pero creo que sí nos despediremos durante mucho tiempo de estadios llenos, y la gente congregándose dentro y fuera de los inmuebles en las grandes citas deportivas.

No debemos perder de vista que hay muchas otras economías alrededor del balón que seguirán siendo afectadas. Pienso por ejemplo, en los negocios ubicados afuera de los estadios y cuyos ingresos hasta hace unos meses estaban garantizados con la convocatoria de la afición cada 15 días.

Regresa el futbol porque es una industria a la que le urge que su capital se siga moviendo. Pero aún estamos lejos de que las afectaciones que ha traído el coronavirus puedan disiparse.