Cientos de personas se movilizaron este sábado en distintas ciudades del mundo para rechazar las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y denunciar la creciente influencia política y empresarial de Elon Musk. En la Plaza de la República de París, al menos un centenar de manifestantes exigieron un boicot a productos estadounidenses, con especial énfasis en los vehículos eléctricos Tesla, propiedad del multimillonario.
La manifestación en la capital francesa incluyó una notable presencia de ciudadanos estadounidenses residentes en Francia. Portando carteles con mensajes como “resistir contra la tiranía” y “no más Tesla”, los asistentes expresaron su rechazo a los recientes aranceles anunciados por Trump contra socios históricos como la Unión Europea. Rebeca, una manifestante con doble nacionalidad, calificó estas medidas como “un ataque sin precedentes” y subrayó que es el pueblo quien debe actuar ante la falta de frenos institucionales al poder del presidente estadounidense.
De forma simultánea, en Berlín, cientos de personas se congregaron frente a una concesionaria de Tesla en el marco de la protesta internacional bajo el lema TeslaTakedown. Organizaciones como Fridays for Future, Campact y Tesla den Hahn abdrehen impulsaron la convocatoria, criticando el papel de Musk en el respaldo a partidos de derecha y su presunto desprecio por normas medioambientales y derechos laborales, especialmente en Alemania, donde Tesla opera una planta en Brandeburgo.
Caro Weber, representante de una de las organizaciones alemanas participantes, aseguró que el evento evidenció el creciente rechazo a la influencia del empresario, a quien acusan de debilitar estructuras democráticas. Además, denunciaron que la fábrica de Tesla en Brandeburgo incumple regulaciones ambientales y laborales, impidiendo la participación de los trabajadores en la toma de decisiones y generando condiciones inseguras.
Las protestas, enmarcadas en un movimiento global, combinaron discursos políticos, intervenciones artísticas y música en vivo para visibilizar lo que califican como “consecuencias dramáticas” del poder económico de Musk, considerado uno de los aliados más cercanos del presidente Trump.