Por Óscar Roa
El último puente, vestigio de una ciudad construida sobre un lago, era el de la calle Roldán, mismo que dejó de existir en 2004.
Lo estipulado en el párrafo anterior debe ser explicado pues, aunque sí estuvo hasta el año dicho, en realidad fue una obra de reconstrucción de la década de los 80, pues se descubrió la denominada acequia central y los vestigios de los antiguos puentes que se encontraban frente a la antigua Alhóndiga de la Ciudad de México. Sin embargo, esto no quiere decir que la acequia ni el puente de Roldán existieran, estos estuvieron hasta el año de 1928, incluso siendo la calle de Roldán, antes conocida como calle del embarcadero, extensión de la Calzada de la Viga, la cual era transitada por chinampas y trajineras, conectando así los lagos de Xochimilco y Chalco con el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En la actualidad, este canal de gran importancia conservado hasta inicios del siglo XX, es recordado por unas placas de cobre, las cuales enseñan bajo el caminar de los transeúntes el trazo original de esta ruta.