Rosa Icela, la periodista que nos dará seguridad

Por un lado, nos encontramos con el tema de género, quienes apoyan la designación no encuentran otro argumento más que el hecho de que es mujer y que su designación rompe con el paradigma patriarcal que, históricamente, ha mantenido a un hombre al frente de la Seguridad Pública federal.

Incluso, detrás de las voces que celebran su nombramiento por ser mujer, se esconde una cultura machista que, por su condición de género, la despojan de la capacidad de liderazgo que se necesita para enfrentar los grandes temas en materia de seguridad y para dirigir un gabinete formado por hombres, o peor aún, se dicen tranquilos porque aseguran “al fin y al cabo las decisiones no las tomará ella, sino los generales del ejército y la marina”.

Por el otro lado, las voces opositoras encuentran argumento en el hecho de que Rosa Icela Rodríguez es periodista. ¿Y? que la responsabilidad de la seguridad federal recaiga sobre un militar de carrera o en un experto en seguridad no ha sido garantía de nada en este país, al contrario, acusaciones como las que pesan sobre Genaro García Luna o Salvador Cienfuegos Zepeda se cuentan por montones en la Historia de México, ya sea a nivel local o nacional.

Parece sano para la ciudadanía y la seguridad pública, acotar las posibilidades de corrupción en la que militares o policías de carrera podrían caer debido a los compromisos adquiridos por la misma lógica de su labor. Ella ha demostrado lealtad que, en estos días, ya es mucho decir para varios funcionarios públicos.

Además, lo más importante de un líder es su círculo cercano, la gente que a diario le habla al oído y que puede influir de una u otra forma en la toma de decisiones y ahí es donde sus detractores parecen olvidar que Rosa Icela ha cumplido con las expectativas en cada uno de los encargos que ha tenido en la Administración Pública durante los últimos veinte años.

Utilizar su formación de periodista para demeritarla es un argumento endeble, lo peligroso es tener a gente que no es periodista al frente de los espacios mediáticos montando espectáculos millonarios y monumentales para beneficiar a ciertos militares y policías de carrera que, según los expertos, si saben de estrategia y cuentan con el liderazgo que el puesto requiere.

Insinuar que Rosa Icela Rodríguez fue nombrada como elemento decorativo para cumplir con una cuota de género o para aceptar ciegamente con los mandatos del presidente es una visión limitada y lamentable.