SCT y SEP, no apostemos al catastrofismo

Columnas miércoles 19 de agosto de 2020 -

En mis mermadas peleas en Twitter la constante de los reclamos es contra esos tuiteros con aspiraciones de pitonisa quienes se atreven a pronosticar el fin de la república y hasta el apocalipsis debido a varias decisiones del gobierno de la 4T. Así pasó cuando la guerra contra el hauchicol, el sargazo, las guarderías, el Conacyt, los gasoductos, los medicamentos, los libros de texto, la pandemia, el desempleo, las remesas, la carestía, etcétera.

Todo eran presagios de la catástrofe pero no, afortunadamente seguimos de pie, no se han cumplido sus vaticinios y los videntes todavía no han ganado el Melate ni las quinielas de futbol.

Por eso creo que antes de volver a caer en la tentación de aventar pronósticos catastrofistas sobre lo que sucederá con la desaparición de la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico en la SCT, lo mejor es esperar e insistir para que la secretaría nos explique cómo quedará la dependencia y cómo será la coordinación entre las distintas entidades regulatorias relacionadas con las tecnologías de la información y comunicación. No se ve bien, pero esperemos.

No niego que a la SCT, ahora bajo la dirección del ingeniero Jorge Arganis; le ha faltado muchísima claridad y transparencia en la comunicación de esta medida; sin embargo, como sucede cuando pasa un temblor, hay que esperar para reconocer los daños y las estrategias de reconstrucción. ¿Qué tal y nos dan una agradable sorpresa o un ministerio TIC?

Lo mismo aplica para el programa Aprende en Casa de la SEP. El programa arranca el próximo lunes y sirve como alternativa del gobierno federal para que los niños y jóvenes del país puedan comenzar el ciclo escolar con contenidos educativos a través de la televisión, tanto pública como privada.

Se ha desatado una injusta campaña de banalización de la estrategia, conjugando el anunciado esfuerzo de maestros profesionales con una eventual conducción de malqueridas estrellas de la TV pero sin tener la certeza de que así será. Aquí también es mejor juzgar por lo visto y no por lo que creemos que se verá. No seamos prejuiciosos pues si resulta un éxito, tanto chairos como derechairos se verán muy mal. No juguemos a ser Madame Sassú.

Mexicanos responsables

Solo porque son mexicanos y porque son cuates, me atrevo a comentarte que la alcaldesa de la comuna de Providencia en Santiago de Chile, Evelyn Mattheu, ha reconocido al Grupo GIA, de Hipólito Gerard Rivero, por las medidas sanitarias que implementó ante el Covid-19 para proteger a la comunidad y a sus más de 700 trabajadores encargados de la construcción del nuevo Hospital del Salvador y del Instituto Nacional de Geriátrico de ese país. Ambas obras beneficiarán a más de 500 mil habitantes de ocho comunas de Santiago, por lo que, antes de reiniciar los trabajos Grupo GIA se dio a la tarea de garantizar las condiciones de higiene y seguridad para todos.