Sexoservidoras sufren sin apoyos del gobierno

POR Claudia Bolaños

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Trabajadoras sexuales de la Ciudad de México han visto reducido su labor en 80 por ciento las jóvenes y hasta en un 90 por ciento quienes son de la tercera edad, el único apoyo que algunas reciben es proveniente del extranjero a través de Brigada Callejera, organización civil.

Elvira Madrid, una de las dirigentes, quien permanece de luto tras la muerte de su esposo, el luchador social Jaime Montejo, contagiado por Covid, “por andar de aquí para allá, en la calle, en plena contingencia, al buscar recursos gubernamentales para este sector”.

Ahora entre este gremio hay mucha necesidad y nula ayuda por las autoridades locales, señala.

Brigada Callejera lleva 30 años apoyando a los trabajadores sexuales sin recibir apoyos del país. “Nunca nos ha ayudado nadie”, indica.

Los recursos con los que apoya esta organización durante esta pandemia son de Estados Unidos, Italia y Tailandia, a través de fundaciones y también de estudiantes y otras organizaciones que trabajan con los derechos de las mujeres.

CON PANDEMIA Y CUBREBOCAS SIGUEN TRABAJANDO

Isabel, de 62 años, trabaja en la zona céntrica de la capital del país, La Soledad.

Pese a la pandemia sigue laborando, siempre con su inseparable cubrebocas, al igual que sus clientes. Es obligatorio para ambas partes.

Ninguno de los hombres que atiende ha pedido hacerlo sin esa protección, como sí sucede con el preservativo que a veces no quieren ponerse.

Antes de la pandemia, cuenta, tenía hasta cuatro servicios al día, ahora si bien le va hace dos en toda la semana.

En La Soledad hay unas 200 mujeres de la tercera edad que, como Isabel, se siguen ganando la vida pese a su edad. Ella cuenta que incluso hay una señora de 80 años.

Para ellas, la mayoría de los clientes son también gente grande, que ahora se mantiene en sus casas, protegiéndose de la pandemia. Otros han muerto.

ISABEL YA DEBE VARIAS

RENTAS

Brigada Callejera le ha llegado a apoyar con el dinero de algunas mensualidades.

El gobierno capitalino les dio una ayuda de mil 500 a algunas y nada más, dice. Eso se logró gracias al esfuerzo de Jaime Montejo que gestionó y empujó a las autoridades para dar esa ayuda, que fue mínima. En eso se contagió de Covid y falleció.

Su labor de Montejo y Elvira fue plasmada en un documental de RetoDocs, titulado: Mucho más que dos.

Ahora lo que esperan es que no quieren que vuelvan a cerrar los hoteles. “Si no ayudan que no estorben”.