Voto electrónico con datos biométricos,
un parteaguas para la Ciudad de México

El Instituto Electoral de la Ciudad de México está de estreno. Por primera ocasión, cuenta con datos biométricos en el voto electrónico, totalmente precisos, lo que representa un parteaguas en la forma de ejercer nuestros derechos, manifestó Yuri Gabriel Beltrán Miranda, consejero del IECM.

En entrevista a ContraRéplica en su oficina del organismo, al sur de la CDMX, explicó que se pide a las personas que se registren para votar de manera electrónica y durante el proceso, el teléfono inteligente o la computadora en que lo haga le va a pedir que haga movimientos con la cara, que voltee para un lado y para el otro.

“Vamos a tomar las medidas de esa persona y, si es exactamente la que nosotros estamos esperando ver, entonces le vamos a dar su contraseña. Es una tecnología totalmente precisa, tanto que es capaz de detectar a un gemelo que se quiera hacer pasar por otro.

“Sin embargo, a pesar de que yo me dejara la barba y usara lentes, la tecnología sigue sabiendo que soy la misma persona. Es decir, no se deja engañar por gemelos, menos por alguien que se parezca, pero sí permite que con el paso del tiempo permita reconocer a las personas”.

El también presidente de la Comisión de Vinculación del organismo dejó claro que la Ciudad de México es, por mucho, la más moderna y vanguardista que tiene este país y, desde el IECM se busca aprovechar ese potencial que tiene la ciudadanía en la capital. “Estamos preocupados por el uso de papel que supone cada una de las elecciones a las que convocamos. Y no sólo de papel sino también de recursos innecesarios: gente que cuente los votos”.

La verdad es que casi no contamos nada manualmente; ahora lo hacemos en computadoras o calculadoras.

Distintos desarrollos en el mundo ya migraron de las votaciones en papel a las votaciones electrónicas. Tienen muchísimas ventajas. La principal es evitar el derroche de papel.

Además, se trata de un papel de seguridad de altísimos grados de normas sofisticadas para asegurar que sea infalsificable. Es caro el papel y también la impresión. Por ejemplo, las boletas que utiliza el IECM tienen más de 15 marcas de seguridad, incluso algunas secretas que sólo serían divulgadas en caso de estar en una disputa oficial.

“Tenemos las boletas electorales más seguras del mundo; hacemos muchas de esas con toneladas de papel que se utilizan innecesariamente”.

El voto electrónico, por su parte, permite que se cuenten los votos en instantes y con una precisión total. No puedes tener errores de sumatoria, que sí pueden existir si manualmente cuentas 700 votos, por ejemplo.

Puso el caso de las elecciones pasadas, en las que algunos funcionarios de casilla no sabían si anular un voto o no, si la marca estaba dentro del cuadrito o no. Con el voto electrónico se reduce la probabilidad.

El consejero dijo que el IEDF, primero, y el IECM, después, desarrolló tecnologías para hacer el voto cada vez más confiable. Lo hemos estado usando en diferentes momentos, primero para captar el voto de los ciudadanos que residen en el extranjero, luego para las consultas de Presupuesto Participativo.

Esa tecnología la hemos mejorado y ahora el ciudadano puede optar entre que le entreguemos la contraseña en su casa o se la enviemos por correo electrónico. Pero sólo se la vamos a enviar por correo electrónico a quien estemos totalmente seguros de que es el ciudadano que nosotros

-¿Cuándo vamos a usar ya el voto electrónico de manera general?

“Es cosa de que vayamos agarrando confianza”