“La epidemia de la niñez robada”: siete menores desaparecen al día

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El caso del robo del menor Dylan, en Chiapas, y el viacrucis de su madre, Juanita Pérez en busca de ayuda de autoridades federales para su localización a casi un mes de su desaparición, revivió en México el drama de cientos de familias que buscan a sus hijos y que especialistas denominan como “la epidemia de la niñez desaparecida” y que tiene como saldo diario el que siete menores cada día son sustraídos o desaparecen.

De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) en México del 1 de enero al 21 de julio de 2020; es decir, en plena pandemia del Covid-19, se han reportado mil 970 niños y adolescentes como desaparecidos, de los cuales 64.2 por ciento; es decir, mil 265 son mujeres y el 35.8 por ciento, son 705 hombres.

En medio de la exigencia del Redim a los gobiernos federal y de Chiapas para localizar al menor Dylan Esaú, robado hace más de tres semanas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se destacó que de los mil 970 menores desaparecidos en lo que va de 2020, el 27 por ciento de ellos; es decir, 532 niños, siguen desaparecidos.

Juan Martín Pérez, director de Redim, dijo que el robo de menores con fines de explotación sexual, laboral, enrolados por el crimen organizado e incluso con fines de adopciones ilegales, lo que calificó como “la epidemia de niñez desaparecida”, ha dejado como saldo 12 mil 762 niños y adolescentes desaparecidos desde el inicio de la guerra contra el crimen, impulsada por el expresidente Felipe Calderón y continuada por Enrique Peña Nieto y ahora en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

En entrevista con ContraRéplica, dijo que la desaparición de niños en México se enmarca en una crisis de derechos humanos que ha sido señalada por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU en 2011 y 2015 al gobierno mexicano, sin que exista una respuesta por parte de las instituciones del Estado para responder, buscar y frenar el robo de menores.

Dijo que este tema del robo, tráfico y desaparición de menores, obviamente participan funcionarios municipales, estatales y federales.

Recordó que en 2017 se aprobó la Ley General de Desaparición de Personas y se logró incluir un capítulo de niños desaparecidos, donde se establece que la búsqueda es inmediata, al margen de las carpetas de investigación y que se requiere un protocolo específico de búsqueda.

“Nada de eso existe en la realidad. El caso del niño Dylan, donde hasta que su madre empezó a denunciar mediáticamente el caso, la Fiscalía de Chiapas empezó a trabajar e investigar, es la prueba del desinterés y de la burocracia ante el robo de menores en México”, apuntó el director del Redim.

Incluso, dijo que el supuesto rescate de 23 menores en San Cristóbal de las Casas, en el marco de la investigación para encontrar a Dylan, puede ser sólo “un circo mediático” ante las presiones para resolver el caso, ya que es probable que se trate de criminalizar a las mujeres indígenas con las que encontraron a los menores, que al parecer son sus madres y familiares.

“La Fiscalía de Chiapas debe presentar las carpetas de investigación por cada uno de los desaparecidos y las alertas Amber que debieron emitirse, porque de otra forma se trataría sólo de culpar a inocentes de formar parte de una red de trata de personas. Nadie en México está buscando a los desaparecidos y mucho menos a los niños”, explicó.

Pérez expuso que se debe investigar a las verdaderas redes de tráfico, robo y trata de niños y adolescentes, como las que operan en Tlaxcala.