Columnas
Sin querer, queriendo, los gobernadores de Puebla, Alejandro Armenta y de Campeche Layda Sansores, se encuentran atrapados en las redes, luego de que el Congreso poblano aprobará la “Ley de Ciberseguridad” que castiga los insultos, injurias, ofensas, agravios y vejaciones en redes sociales y en el sur del país, una jueza vinculará a proceso al periodista, Jorge Luis González Valdez, por supuesta incitación al odio y violencia contra Sansores, en el periódico digital “Tribuna”, el cual ordenó cerrar, además de prohibirle ejercer su oficio.
Al respecto, Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Gobernación, aseguró que el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, “está en contra de cualquier tipo de censura”, además que es una prioridad la libertad de expresión.
Sin embargo, una vez más, atestiguamos los intentos por regular (controlar) los diversos medios de información. En 2015 el entonces, senador del PRI, Omar Fayad, presentó al pleno de la Cámara alta la iniciativa de Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos. En 2021, Ricardo Monreal, entonces, senador morenista, elaboró una iniciativa para modificar la Ley de Telecomunicaciones y "proteger el derecho a la información y expresión de los usuarios de las redes sociales." Ninguna prosperó.
Hoy, las “benditas redes sociales” son una herramienta de libertad que ponen fin a la discreción informativa. Un espacio donde se puede exponer, exigir y exhibir a las autoridades o personas que abusan del cargo, que violan la ley o cometen injusticias y atropellos.
La ciberdemocracia es una realidad. El Instituto Reuters reveló que un 44% de los jóvenes entre 18 y 24 años dice que las redes sociales y las plataformas de vídeo son su principal fuente de noticias, lo que constata la pérdida de influencia de los medios de comunicación tradicionales. La Asociación de Internet Mx, confirma que, hay más de 101 millones de cibernautas, lo que representa el 84.4% de la población mayor de 6 años.
Atestiguamos nuevas formas de acción política que nacen en la red y cambian la lógica del poder. Las redes sociales han hecho posible la socialización en gran escala de la información, se han convertido en una herramienta de transformación del marco cultural, simbólico y de identidad de nuestras sociedades, de ahí quizá la inquietud de regular su uso y operación, pero no se debe caer en la tentación de la censura.
Se trata pues, de encontrar y mantener un equilibrio entre la responsabilidad del uso de éstas y la libertad de expresión. Las redes sociales revolucionan y liberan. Democratizan. Han dejado de ser un espacio de ocio para convertirse en una herramienta ciudadana que transforma las relaciones entre el Estado y la sociedad. Más que un problema son una gran oportunidad.
@guillegomora