En gran parte de los Estados Unidos, los inmigrantes que han logrado adentrarse en su territorio sufren de persecución, acoso, penurias económicas, entre otras.
Existen algunas luces que hacen menos duras estas etapas de su arribo a la que consideran la tierra prometida.
En los 66 días de este año más de 47 mil de estos hombres, mujeres y niños provenientes de centro y Sudamérica han llegado a la Gran Manzana, la mayoría expulsados de Texas o Florida y se han llevado una gran sorpresa, por parte de las autoridades gubernamentales y de la iniciativa privada.
Juntos, gobierno y sociedad civil, han conformado una alianza en pro de esta gente que viene huyendo de la violencia, el desempleo buscando un mejor futuro.
El Consejo Neoyorkino les dio el sí a los migrantes y anunció el programa “Bienvenido a New York” con un fondo de operación de $2.2 millones de dólares, aportado por empresarios, industriales, comerciales y comercios del sector privado para ayudar a que organizaciones comunitarias continúen brindando servicios médicos, alimentarios, de hospedaje y hasta de educación para estas personas que acaban de llegar del sur del continente americano.
Del total del dinero recaudado, el Consejo aportó $1.2 millones de fondos que ahorraron de programas diversos del Departamento de Desarrollo de la Juventud y la Comunidad, el otro millón, del sector privado.
Bien vale la pena señalar que con este programa “Bienvenido NYC”, se les ofrece un respiro a miles de inmigrantes, mayormente venezolanos, nicaragüenses y salvadoreños que buscan asilo en territorio estadounidense. Entre los beneficiados hay menores de edad, madres solas y hasta personas de la tercera edad que sencillamente han decidido dejar todo en su país y buscar un nuevo futuro.
New York en esta época del año ofrece el frío rostro del invierno y los inmigrantes no están exentos, además de experimentar inseguridad alimentaria y de vivienda, barreras a la atención médica y del idioma entre otros obstáculos a superar.
El constante flujo migratorio en el estado de Texas tiene un importante lugar de acceso, lo que, a decir de su gobernador Gregg Abbott, ha generado un desequilibrio social, económico, político, que está afectando la vida de la región. Motivo que los ha obligado a “repartir la carga migratoria” y protestar contra las políticas del presidente Joe Biden.
Lo cierto es que los miles de migrantes han abarrotado los albergues públicos de New York generando una crisis fiscal y humanitaria, según ha dicho públicamente su alcalde Eric Adams, quien ha decretado un estado de emergencia y ha pedido ayuda económica al gobierno federal...nuestras comunidades de inmigrantes son una parte esencial del tejido de la ciudad y son fundamentales para lo que somos y nuestro éxito”.
@arncb7