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“Negar a Cortés es negarnos a nosotros mismos”

“Negar a Cortés es negarnos a nosotros mismos”

Entornos jueves 20 de febrero de 2020 -

Por Martha Rojas
Martha.rojas@contrareplica.mx
“Estamos por conmemorar los 500 años de la caída de Tenochtitlán, en 2021, así que entender bien quién fue Hernán Cortés y cómo se desenvolvió. Entender que La Conquista fue nuestro punto de origen como nación y que venimos de un proceso violento y evangelizador —a veces luminoso, a veces terrible—, del choque entre un mundo prehispánico y uno hispánico, no sólo es fundamental sino necesario”, expresa Alejandro Rosas acerca del proceso al que atribuye la existencia del México de hoy.
En su más reciente libro, Las caras ocultas de Hernán Cortés, el historiador analiza la figura del español alejado de la visión maniquea que la historia oficial ofrece, para Rosas, Hernán no sólo fue un político y un colonizador sino un gran estratega militar que supo encontrar en América el nicho ideal para el imperio español.
Entre 1504 y 1510, el explorador surcó las islas de las Antillas y presenció la fundación de la primera ciudad novohispana en Cuba. Sin embargo su ambición por encontrar nuevos tesoros y tierras lo llevaron a los territorios mesoamericanos.
“Este libro es una relectura de la historia tratando de comprender a los personajes desde una perspectiva distinta a la que nos vendieron en los libros de historia. No es una novela, es un libro de divulgación que pretende mostrar una investigación sustentada acerca de Cortés más allá del estereotipo colonizador. La gente que se acerque podrá notar el gran estratega que fue pues con sólo mil 400 hombres logró que el gran imperio mexica cayera. Al llegar logró ver que muchos de los pueblos que existían en Mesoamérica estaban hartos del vasallaje mexica”, asegura en entrevista a ContraRéplica.
Para el autor, el legado político y social de Cortés es la fundación de una nueva nación, el producto de la fusión entre dos mundos abismalmente opuestos: el prehispánico y el hispánico.
Acerca de la violencia que el proceso de conquista implicó tanto para los pueblos mesoamericanos, que una vez superado el vasallaje mexica, quedaron a merced de las misiones de Franciscanos y Dominicos así como de los españoles que los “adoptaban”, el historiador admite que todo proceso de subyugación es violento en sí mismo, pero que entenderlo en toda su dimensión, brinda la posibilidad de reflexionarlos y superarlos.
“Nos guste o no ese 1521 fue fundamental. Ese año nació algo que hoy conocemos como México. Ese choque entre mexicas, tlaxcaltecas y españoles nos demuestran que nuestras raíces no son puramente indígenas o españolas sino una mezcla. Negar a Cortés es negarnos a nosotros mismos”, sostiene.
En ese sentido abundó en que la violencia empleada por Cortés “sólo fue excesiva en la matanza de Cholula “.
“Existen matices. Hubo pueblos explotados, una población que casi se pierde por causa de las enfermedades que los españoles tenían. Es un proceso muy complejo y delicado, pero yo creo que no es adecuado darle a esa historia un tratamiento polarizado, dividir la historia entre buenos y malos. Lo que sucedió fue que un grupo social dominó a otro, los mexicas a los tlaxcaltecas y los españoles a los mexicas, eso es parre de la naturaleza humana", dijo el autor.


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