El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) llevó a cabo un simulacro a escala real para evaluar su capacidad de respuesta ante una emergencia crítica: la muerte súbita de un piloto en pleno vuelo a causa de un paro cardíaco, el control posterior de la aeronave por el copiloto, y un incendio en el tren de aterrizaje al momento del aterrizaje.
Este ejercicio no afectó las operaciones habituales de vuelos ni a los pasajeros, ya que se realizó en la plataforma de emergencia, una zona apartada de las pistas y terminales del aeropuerto. El objetivo principal fue poner a prueba el Plan de Emergencia del AICM y detectar áreas de oportunidad para su optimización.
La coordinación del simulacro estuvo a cargo del Grupo Aeroportuario encabezado por la Secretaría de Marina, a través de la Unidad Naval de Protección Aeroportuaria (UNAPAP). También participaron la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), además de personal de operación, seguridad, servicios médicos, bomberos y protección civil del aeropuerto. La aerolínea Magnicharters, junto con prestadores de servicios y otras autoridades, formaron parte del ejercicio.
Durante la práctica, personal de la AFAC observó y evaluó el desempeño de los cuerpos de emergencia con el fin de implementar mejoras continuas en los protocolos.
Con este tipo de simulacros, el AICM reafirma su compromiso con la seguridad operacional, así como con el fortalecimiento constante de los procedimientos que salvaguardan a pasajeros, tripulación y personal aeroportuario.