Al alza, amenazas a funcionarios: experto

Luis Carlos Rodríguez G.

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En México desde la década de los 90 se incrementó el uso de escoltas para la seguridad de empresarios, funcionarios y políticos, pero a la par de ello se disparó el número de amenazas, atentados y secuestros, afirmó Iván Ivanovich, experto en seguridad y CEO de AGS Group.

“Debido al incremento de 929 por ciento en asesinatos de funcionarios y directivos en México en las últimas décadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), puede decirse que el sistema tradicional y reactivo de protección ejecutiva no está dando buenos resultados”, dijo a ContraRéplica.

En el contexto del reciente atentado contra el jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch y de las amenazas en contra de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, expuso que ante estos hechos es evidente el atrevimiento de los delincuentes y el uso de arsenales de alto calibre. “No podemos seguir igual y convertir a las calles en campos de batalla. Se tienen que utilizar otro tipo de herramientas”.

Expuso que los actuales métodos de protección de ejecutivos tienen esquemas que vinieron de Estados Unidos y de Medio Oriente.

“Hay una visión que viene de las películas de Hollywood, con operativos con un carro repleto de escoltas, con armas y lentes oscuros, lo cual ya es inviable con la realidad”, mencionó.

Destacó que este concepto militarizado de traer escoltas en un vehículo atrás, con una parafernalia que ya no funciona ante una emboscada, ante un atentado. No protege a los ejecutivos, a los políticos, a los funcionarios, tampoco es bueno para los escoltas y se pone en riesgo a personas inocentes, como ocurrió recientemente en el atentado del secretario de Seguridad de la Ciudad de México, dijo.

El planteamiento es desactivar este tipo de emboscadas, de atentados. El ir siguiendo con escoltas a un funcionario, a un empresario, debería ser sólo 5 por ciento de la estrategia y no 100 por ciento como ocurre actualmente, detalló.

Parte de la inteligencia es saber quiénes son las personas que pueden realizar ese atentado, cómo operan y poder intervenir antes de los ataques.

Antes de un atentado pasan hasta 14 meses de observación de la víctima, ver cuáles son los lugares apropiados. La acción de los grupos especiales de protección ejecutiva es realizar una contra vigilancia y desactivar el ataque en ese momento, explicó.

“Si todo falla, todavía hay un momento para intervenir, 15 o 20 minutos antes del ataque. Esto se llama alerta temprana. Viendo los lugares donde puede darse un ataque. Para evitar un secuestro o ataque. Es mover el juego hacia delante, no esperar a que se ejecute un atentado o un secuestro”, indicó.

“Se está utilizando muy poco estas nuevas modalidades de protección. No se trata de traer gente armada siguiéndolo todo el día como se puede evitar un atentado. Eso no sirve de nada ante el poder de fuego de los grupos delincuenciales como se ha visto recientemente”, dijo.

Indicó que el tema del guarurismo se debe erradicar por un concepto nuevo. Porque eso no sirve de nada ante una emboscada. Sólo llaman la atención y generan problemas con los ciudadanos. México es el país con más escoltas o guaruras por kilómetro cuadrado.

Cuestionado sobre si se pudo evitar el atentado de García Harfuch, dijo que en términos generales como va el ataque se puede desactivar, pero sobre todo con inteligencia se pueden evitar con tiempo de anticipación.

“Urge, entonces, implementar una nueva doctrina que permita salvaguardar la seguridad de funcionarios y directivos en México, especialmente por los altos índices de violencia registrados en el país”, manifestó.

Dijo que si a esto le añadimos los secuestros que han azotado a miles de ejecutivos en México, parece evidente que el sistema tradicional y reactivo es solo el vestigio de una doctrina arcaica que aún se puede notar en las calles de muchas ciudades al observar un auto lujoso seguido muy de cerca por otro lleno de hombres con trajes oscuros y miradas desafiantes escudriñando el entorno.