En el marco del Día de la Candelaria, se inauguró la XXXI edición de la Feria del Tamal en Coyoacán, reuniendo a productores de diversas alcaldías de la Ciudad de México, estados de la República Mexicana y países de Latinoamérica. El evento se lleva a cabo en el Museo Nacional de Culturas Populares y estará abierto al público hasta el domingo 2 de febrero.
Los asistentes podrán degustar una variada selección de tamales, desde los tradicionales oaxaqueños, de chipilín y de elote, hasta versiones innovadoras con ingredientes poco convencionales. Además, la oferta gastronómica incluye una diversidad de atoles en sabores como guayaba, chocolate y pinole.
La relación entre los tamales y la festividad del 2 de febrero tiene raíces históricas en la fusión de costumbres prehispánicas y católicas. En la época precolombina, los mexicas ofrecían tamales a sus deidades en agradecimiento por las cosechas. Con la llegada de los españoles, esta práctica se incorporó a la celebración del Día de la Candelaria, en la que se presenta al Niño Dios en la iglesia. Como parte de la tradición, aquellos que encontraron el muñeco en la Rosca de Reyes del 6 de enero tienen el compromiso de invitar los tamales.
Este evento anual no solo promueve la riqueza gastronómica de México, sino que también refuerza las tradiciones culturales que han perdurado por generaciones, consolidando a la Feria del Tamal como una cita imperdible para los amantes de la gastronomía.