Tadeo, el bebé hallado en un penal de Puebla, murió el 6 de enero tras una cirugía por cuestiones intestinales; ese mismo día fue enterrado y cuatro días después, el 10 de enero, fue exhumado y trasladado al penal Poblano para ingresar droga al Cereso.
De acuerdo con el vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara, informó que el bebé nació en el Estado de México con problemas congénitos y fue atendido en un hospital ubicado en la alcaldía Iztacalco.
“Se ha podido confirmar que el menor de edad nació en el Estado de México y presentó problemas congénitos que lo obligaron a ser tratado de Iztacalco, en la Ciudad de México”, refirió.
“En el nosocomio fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones por padecimientos en el sistema digestivo. Falleció el pasado 6 de enero por de una infección generalizado, siendo inhumado el mismo día el bebé. Cuatro días después su cadáver fue hallado en el estado de Puebla”.
Lara López apuntó que este caso es “atípico y del que no se tiene registro con características similares en la Ciudad de México”.
El caso de Tadeo, nacido el 4 de octubre de 2021, estremece a México desde hace dos semanas, cuando un reo encontró el cuerpo del bebé cubierto con cal y dentro de una bolsa en los contenedores de plástico reciclable.
El bebé, que había sido enterrado en un cementerio de la zona de Iztapalapa, en el suroriente de la Ciudad de México, presentaba una herida en el abdomen por lo que una de las hipótesis iniciales era que su cuerpo se había utilizado para transportar droga.
Después se aclaró que la herida correspondía a una operación que se le practicó al menor de edad, quien murió el 5 de enero por problemas intestinales en la Ciudad de México.
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