Jacqueline Ramos
En un intento de frenar la propagación masiva del nuevo brote de COVID-19, detectado el pasado jueves en el principal mercado de la ciudad, la capital china de Beijing amplía medidas de control y prevención epidemiológicas.
Las autoridades informaron de 27 nuevos casos en la ciudad ayer, con lo que suman hasta ahora 106 positivos, situación que el gobierno municipal calificó de extremadamente preocupante.
Se han han tomado medidas como prohibir que personas consideradas de “alto riesgo” -por ejemplo, contactos cercanos a casos confirmados- abandonen Beijing.
Además, el gobierno capitalino ha prohibido a taxis y otros vehículos que ofrecen servicios de conducción salir de la ciudad, y quienes violen esta norma se enfrentarán a “castigos severos”.
También se suspendieron rutas de autobús interprovinciales que conectan con los aeropuertos de la ciudad.
Las autoridades informaron también de que hasta este martes se habían desinfectado 276 mercados de la ciudad, así como otros 11 centros de este tipo semisubterráneos.
Uno de los mercados, el de Honglian, situado en el céntrico distrito de Xicheng, cerró tras confirmar un visitante positivo por COVID-19, lo que provocó que siete comunidades de vecinos quedaran bajo cuarentena.
Y otros distritos de la capital como Chaoyang, Fengtai, Mentougou y Daxing han elevado su nivel de emergencia, lo que implica controles en los edificios residenciales, tomas de temperatura y uso obligatorio de mascarillas.
Redacción ContraRéplica
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