AFP
Las empresas líderes en inteligencia artificial (IA) tienen el deber "moral" de proteger a la sociedad de los peligros potenciales de esta tecnología, dijo este jueves la vicepresidenta Kamala Harris a los directivos de Google, Microsoft, OpenAi y Anthropic.
"El sector privado tiene el deber ético, moral y legal de asegurarse de la seguridad de sus productos", indicó Harris en un comunicado tras haberse reunido con Satya Nadella (Microsoft), Sundar Pichai (Google), Sam Altman (OpenAI) y Dario Amodei (Anthropic) y varios miembros del gobierno.
Harris señaló que la IA tiene el "potencial de mejorar la vida cotidiana y abordar algunos de los mayores desafíos de la sociedad", pero también podría "aumentar drásticamente las amenazas a la seguridad, reducir los derechos humanos y la privacidad y socavar la confianza pública en la democracia".
Dijo que apoya, junto con el presidente Joe Biden, quien rápidamente pasó por la reunión, "nuevas regulaciones potenciales" y "nueva legislación".
La inteligencia artificial está presente hace años en la vida cotidiana, desde las redes sociales hasta los electrodomésticos de alta gama y los programas de reclutamiento de personal.
Sin embargo, el deslumbrante éxito desde fines del año pasado de ChatGPT, la interfaz de IA generativa de OpenAI, una empresa emergente financiada ampliamente por Microsoft, fue el punto de partida para una carrera hacia sistemas cada vez más intuitivos y eficientes, que son capaces de generar textos, imágenes y códigos de programación cada vez más complejo.
"Es bueno tratar de anticiparnos (en el tema de la regulación). No va a ser fácil pero creo que podemos llegar", dijo Harris a los periodistas antes de ingresar a la Casa Blanca.
Su lanzamiento despertó entusiasmo e inquietudes a una nueva escala. Especialmente cuando Sam Altman, el director de OpenAI, anticipó la próxima generación de la llamada IA "general", donde los programas serán "más inteligentes que los humanos en general".