En un contexto de creciente violencia en Sinaloa, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lideró este domingo un evento en el Centro Deportivo Benito Juárez, Mazatlán, que contó con estrictas medidas de seguridad implementadas por la Guardia Nacional (GN) y la policía estatal.
El acceso al lugar estuvo fuertemente controlado, con revisiones exhaustivas de bolsas y mochilas a todos los asistentes. Estas inspecciones fueron realizadas tanto por elementos de la GN como por jóvenes identificados como parte del Gobierno federal. En las calles cercanas, patrullaban convoys de la Guardia Nacional y agentes estatales armados, reforzando la seguridad en el área.
Según fuentes oficiales, las revisiones se calificaron como preventivas y específicas para el evento, una medida que no se implementó en otros actos públicos de la gira presidencial durante el mismo fin de semana.
El gobernador Rubén Rocha Moya y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, también asistieron al evento. Paralelamente, en el malecón de Mazatlán, se desplegó un operativo adicional con vigilancia en establecimientos y patrullajes en las calles para garantizar la seguridad de los ciudadanos.