Derecho a ser y existir, etiqueta con precio

Como olvidar la cita de Sergio Arau, en 2004, cuando llevó a la pantalla grande, también en un momento coyuntural y crítico para la migración de los mexicanos hacia Estados Unidos, la idea de valorar “Un día sin mexicanos”.

En el territorio estadunidense se contabilizan, entre legales e ilegales, más de 36 millones de mexicanos y, solo por mencionar algunas cifras económicas, este sector poblacional tiene un poder de consumo mayor a 880 mil millones de dólares anuales. Y, además, el mayor porcentaje de trabajadores en tres de los sectores productivos más rentables de ese país; en la agricultura, 30 por ciento de los empleos son ocupados por mexicanos; en construcción el 19.5, y en hotelería y recreación 14.5 por ciento.

Es decir, un día sin mexicanos en EU puede poner en riesgo cualquier meta económica. Y “Un día sin nosotras” en México, que ojalá nadie se atreva a llevar al celuloide, sería un tributo al origen, a lo más desdeñable que se puede permitir contra un ser humano, contra mujeres y niñas en manos de los más bajos instintos, también puede convertirse en una pesadilla para el Estado.

En el país se contabiliza en 126 millones 371 mil 358 personas las que trabajan, y de éstas 65 millones 431 mil 441 somos mujeres. Y más allá, y también somos mayoría, en el segmento de población en edad de trabajar el Inegi reporta a 95 millones 405 mil 581 mexicanos; en este nivel 50 millones 244 mil 500 somos mujeres.

Lo que significa es que, si respetamos la libertad de manifestación, imaginen un día con más de 50 millones de mexicanas sin salir, trabajar, cuidar, proveer, decidir, educar, alimentar, proteger, experimentar, desarrollar y crear, entre otras tantas cosas.

El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, José Manuel López Campos, ya lo imaginó e hizo el ejercicio, advierte que el paro de mujeres del próximo 9 de marzo costará a la economía mexicana más de 26 mil 300 millones de pesos.

Cámara que como otras organizaciones, instituciones y empresas ya señaló que apoya la libertad de las mujeres a decidir manifestarse de esa manera, pero asegura que no promoverá la convocatoria. Igual lo dijo nuestra secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, apoya el Paro, pero ella trabajará ese día “por la posición que ocupa”.

¿Y cómo van las cuentas de la cúpula empresarial? El Consejo Coordinador Empresarial ya se sumó al apoyo a mujeres que quieran participar en el paro nacional y pidió solidaridad de las empresas, pero también acciones.

Sin más proponen avanzar en medidas concretas que permitan proteger a las mujeres al interior de las empresas, convirtiéndolas en espacios seguros y libres de violencia. Es decir, ¿aceptamos que ahora no lo son?

Proponen la elaboración de un manual de prevención y combate a la violencia de género en los lugares de trabajo, además de un protocolo base para establecer un sistema interno de denuncia. Y campañas de comunicación interna de prevención y creación de consciencia.

Creo que olvidaron sus recursos humanos, el primer filtro para evitar los mandos abusivos y corruptos que lo mismo humillan y vejan a un hombre que con saña lo hacen contra una mujer.

Todo es para ayer, no esperemos a quedarnos sin mujeres.