El ultramaratón tarahumara en México, mucho más que una carrera

AFP

Cientos de atletas se prepararon para correr contra los incansables corredores de fondo de una comunidad de las montañas del noroeste de México en un ultramaratón en las quebradas de la Sierra Tarahumaras, que es "mucho más que una carrera".

Organizadores mexicanos y estadounidenses anunciaron 1,200 participantes para el 20º aniversario del "Ultramaratón Caballo Blanco" en los alrededores del pueblo de Urique, en el estado de Chihuahua, donde las festividades comenzaron con carreras infantiles bajo el radiante sol de verano y un cielo azul.

El evento deportivo es sobre todo un momento de encuentro entre la comunidad rarámuri y los extranjeros, principalmente estadounidenses, en el espíritu de los organizadores y los padres fundadores.

"Es mucho más que una carrera. Es el espíritu de compartir, de intercambiar culturas", considera Fabio Merez, de la Oficina de Turismo de Urique, un pueblo enclavado al pie de la barranca del mismo nombre.

Los rarámuri, que significa "pies ligeros", tienen la particularidad de correr con simples sandalias de cuero sujetas por correas a las pantorrillas.

Las mujeres corren con vestidos de colores brillantes, mientras que los hombres visten sencillos calzoncillos blancos.

Su legendaria resistencia de 21, 40 u 80 km es un verdadero desafío para otros participantes equipados con calzado deportivo mucho más sofisticado.

La ultramaratón es también una obra social; los participantes de las comunidades vecinas se irán a casa con vales.

"Las familias a veces no pueden alimentarse con lo que cultivan", dice una participante, Irma Chávez.

El ultramaratón Caballo Blanco debe su nombre a su fundador, Micah True, un estadounidense amante del aire libre que lanzó la carrera en 2003, para quien se realizó un homenaje.