La homosexualidad, a la que el Renacimiento había dado libertad de expresión, en adelante entrará en el silencio, y pasará al lado de la prohibición, heredando viejas condenaciones de una sodomía en adelante desacralizada: Michael Foucault
Concluyó el mes del orgullo LGBT+ y con él cifras al alza por crímenes de odio en contra de la comunidad. Este año, junio, el mes del orgullo no se tiñó de colores como el arcoíris, sino de luto por la lamentable muerte de personas con identidad, expresión de género, preferencia sexual u orientación distinta a la heterosexual.
Los crímenes de odio y la violencia contra homosexuales, lesbianas y personas trans en México es una violencia invisibilizada por las autoridades, es un grupo abandonado y sin prioridad para la administración pública actual.
México no cuenta con estadísticas oficiales de violencia o sistemas de recolección de datos que permitan identificar cuántas de las personas violentadas y/o fallecidas en nuestro país son gays, lesbianas, transgénero, transexulaes o travestis; no hay tendencia clara a destacar las particularidades del contexto social y cultural de rechazo e intolerancia en el que se desarrolla la violencia de las diversidades sexuales.
No obstante, Letra Ese, a través del monitoreo de medios impresos y digitales, elabora y difunde el Informe de Crímenes de odio por Homofobia y, de acuerdo con éste, los diversos tipos de violencia en contra de personas LGBT, no sólo no disminuyeron, sino que incrementaron. La iniciativa de conformar un informe que demuestra el desánimo gubernamental hacia la comunidad LGBT demanda la intervención de las agendas políticas, legislativas, sociales y de derechos humanos de las diferentes instituciones del Estado, quien debe asumir a cabalidad su obligación de prevenir, investigar y condenar los delitos que derivan de la violencia ejercida en contra de las personas de la comunidad LGBT+.
México, país machista, heteronormado, enfermo de odio, intolerante, que privilegia la genitalidad y discrimina la diversidad sexual y de género; amenaza contra la vida de las personas que gozan física, emocional y corporalmente de otras posibilidades y la pasividad de las instituciones públicas legitima la violencia sustentada en estereotipos y prejuicios sociales.
La amnesia de México olvida los nombres de sus víctimas, valga este escrito como recordatorio de algunas de las personas violentadas o fallecidas que esperan justicia: María Elizabeth Montaño, Paola, Naomi Nicole García, Alaska Contreras Ponce, Alison y su novia Alejandra.