Por Laura Arana
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Mientras que en países europeos y en Estados Unidos, la pandemia del coronavirus llevó a que habitantes abandonaran las calles y limitaran su tránsito a una persona por familia para comprar alimentos, medicinas o aquellos que trabajan, en México este inicio de mes y pago de quincena resultó en aglomeraciones en cajeros automáticos y supermercados, donde la sana distancia resultó por momentos difícil de mantener.
En un recorrido que hizo ContraRéplica por centros comerciales de la capital y Edomex, que albergan tanto supermercados como cajeros, se observó que por ser día de pago, los cajeros automáticos se encontraron saturados. Aunque la instrucción dentro de las instituciones bancarias se limitó a la entrada de 10 usuarios, afuera esperaba una gran cantidad de habitantes, muchos de ellos acompañados por otro o hasta 3 familiares.
Si bien las instrucciones de los mandatarios Claudia Sheinbaum y Alfredo del Mazo fue la restricción de aquellos comercios no esenciales, se observó que restaurantes cerraron sus puertas, aunque la distancia de más de un metro fue difícil mantener en algunos puntos clave ya que la gente chocaba con sus carritos de compra o entre quienes iban acompañados por diversos familiares.
También tiendas como Elektra, mantuvieron sus sucursales abiertas, pese que son comercios de venta de artículos electrodomésticos y no de primera necesidad, pues una larga fila se observó por momento en los cajeros de Banco Azteca que están ubicados dentro de la tienda de Grupo Salinas. “Vine a retirar y a pagar mi samana. Tengo mi dinero en Guardadito Ahorro y pues me depositaron. Hay mucha gente, pero tengo que sacar dinero”, apuntó Marco Antonio Lara.
En contraste, los micrófonos de Bodega Aurrera anunciaban a los clientes mantener más de un metro de distancia. Al llegar a la fila en cajas, se observó marcas en el piso donde la gente mantuvo la sana distancia; sin embargo, ésta se perdió para aquellos que posterior a comprar sus alimentos, se dirigieron a un banco donde el tumulto de gente los esperaba.
Irma Tapia de 45 años quien tuvo que acudir al cajero automático de Bancomer dentro de la zona comercial de Plaza Aragon, afirmó que no son “compras de pánico”, ni “retiro de pánico” por la crisis del Covid-19, sino es una necesidad normal de fin de quincena ya que muchos, cobramos ayer y aprovechamos hoy para venir a comprar”. “Es difícil mantener la sana distancia, porque aquí me cuido, en mi casa me cuido, pero tengo que salir a comprar comida y pues allá adentro choca uno con la gente. No deberíamos venir acompañados, pero pues… tratamos de cuidarnos”, remarcó.
De acuerdo con el gobierno capitalino, en la Ciudad de México cerraron a partir de este miércoles 338 plazas comerciales en 14 de las 16 alcaldías ante la emergencia sanitaria por Covid-19.
Mientras que el 23 de marzo pasado, en el Edomex fueron cerradas las guarderías, Cendis y casas del adulto, entre otros.