AFP
El sábado se llevaron a cabo decenas de manifestaciones contra la violencia sexual frente a los tribunales franceses para exigir una ley integral y medidas de prevención, educación, vigilancia y justicia.
La jornada fue organizada por convocatoria de varios colectivos feministas y asociaciones de protección de la infancia, ya que el país está viviendo revelaciones inquietantes en los últimos meses.
El Abbé Pierre, icono de la lucha contra la vivienda precaria y la pobreza en Francia, es objeto de acusaciones de violencia sexual que han llevado a que el nombre de este querido hombre de Iglesia sea retirado de las calles, plazas o escuelas de los franceses.
Desde septiembre, Francia también ha descubierto los diversos perfiles, algunos de ellos tranquilos, de medio centenar de hombres acusados de haber violado a una mujer de sesenta años, cediendo a la invitación en Internet de su marido, que la drogó y los filmó en su casa de Mazán en el sur de Francia.
En Lyon, más de 300 personas se reunieron frente al tribunal, algunas vestidas como "Rosie la remachadora", figura simbólica de la emancipación de la mujer, con un mono y un pañuelo rojo con lunares blancos.
En París, un centenar de personas protestaron en la acera frente al tribunal judicial, con carteles y consignas que pedían "Que la vergüenza cambie de bando" o preguntaban "¿Qué está haciendo la justicia?". Muy pocas violaciones en Francia terminan en condena.
Para la asociación "Atrévete al Feminismo", es necesaria una "revolución institucional", en particular para que "por fin se haga justicia a las 94.000 víctimas de violaciones y agresiones sexuales cada año en Francia".
En Marsella, donde se reunieron una treintena de personas, varios manifestantes sostenían un cartel con la imagen de Gisèle Pelicot, víctima de las violaciones de Mazan, y gritaban "cesen los despidos" y "condena a los violadores".
Para Valentine Caffè, de 50 años, este asunto es "casi un caso de libro de texto" que puede "dar la vuelta a la ley", esperando que Francia tome el ejemplo de España, cuya ley "Sólo sí es sí" (Nota del editor: " Sólo +sí+ significa +sí+) significa que corresponde al atacante demostrar que hubo consentimiento.
Ya en septiembre, 10.000 personas habían marchado por todo el país en apoyo de Gisèle Pelicot, la víctima de las violaciones de Mazan, que quería publicidad sobre el asunto y rechazó la sesión a puertas cerradas que muchas víctimas suelen elegir por vergüenza de lo que les sucedió.
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