Columnas
Hace tiempo la ignorancia era característica de las clases más vulnerables económicamente hablando. Tenían la apertura de ser corregidos, incluso ilustrados sobre los temas que ignoraban. Ahora, en pleno siglo XXI, el segmento de la sociedad que adolece de mayor ignorancia, en cuestiones políticas, pertenece a la clase media.
Antes se les decía que votaran por el color de la bandera y la gente votaba por el PRI. El triunfo era del tricolor apoyado en la ignorancia que sus gobiernos habían multiplicado. Ahora, son los que se autodenominan ilustrados quienes adolecen de instrucción mínima.
Fui abordado por una señora en Coyoacán para alertarme que Claudia Sheinbaum había afirmado, ante empresarios, que lo pagado por concepto de renta a los caseros podría ser tomado en cuenta como pagos parciales para la adquisición del inmueble. Es decir, se firma un contrato por arrendamiento que al pasar el tiempo se convierte, por arte de magia, en un contrato de compra venta.
Cuando traté de explicar todas las instancias que estarían implicadas, incluyendo a la oposición, en para llevarlo a cabo, se negó a escuchar y dijo que yo defendía a Claudia pero que cada día estábamos peor en México. Porque ella lo vio en tik tok, y se veía que era la voz y la imagen de la candidata de Morena.
Mis argumentos ni siquiera se escucharon ante los gritos de la señora que empezaba a llamar la atención.
A quién culpar de este disparate. Empezando por la escuela donde haya estudiado esta señora, hasta por quien creó el video y quienes lo difunden haciendo propias las palabras que no tienen el valor de suscribir su difundido en las redes sociales.
Pareciera que en el fondo la señora sabía que era mentira, no antes de decir qué y dónde iba a comer, lo cual habla de una capacidad económica holgada a juzgar por el restaurante y el menú. La indignación de la señora parecía consigna porque una vez que dio la media vuelta en medio de gritos, llamó a una amiga para darle a conocer esa “información” sobre las casas y departamentos. Gritaba su información a través del teléfono.
Estos personajes por ingenuidad o mala intención, convocan para convencer de lo que ya están convencidos: votar por Xóchitl. La identificación entre las preferencias no es la única similitud en ese segmento de la clase media sino que conforman un ambiente propicio donde la ignorancia se concentra e intenta permear en la sociedad.
La desinformación no crece si no hay ignorancia. Esta clase media pudo comprar hasta el título universitario pero el conocimiento sigue estando fuera de su alcance y lo peor, es que no les interesa. La oposición sabe dónde atacar para propagar noticias falsas, que sus seguidores lo son porque son ignorantes.