El presidente brasileño Jair Bolsonaro, recibió este lunes en Anguilla Veneta, Italia, la ciudadanía honoraria, en medio de las protestas en contra y a favor que ha desatado la decisión de la pequeña localidad de sus ancestros.
La ceremonia, inicialmente programada en la sede de la alcaldía, fue trasladada a un residencia del siglo XVII de las afueras, donde recibió la distinción ante unos 200 invitados, entre ellos parientes y concejales del municipio.
"Estoy emocionado de estar aquí. Creo que se ve. De aquí salieron mis abuelos. Me complace estar entre gente buena", aseguró Bolsonaro al iniciar en encuentro, según refirió la agencia italiana AGI, debido a que a la mayoría de los medios de prensa se les impidió el acceso.
"Dios quiso que fuera presidente Brasil y estoy honrando a la familia en ese país. Tenemos mucho apoyo popular. No obstante todo estamos haciendo un gran trabajo, que seguro el pueblo reconoce, al contrario de los medios de comunicación", añadió el mandatario sudamericano en el acto que duró unas cuatro horas.
La llegada del mandatario ha movilizado tanto a militantes de izquierda y organizaciones antifascistas, contrarios a su política de ultraderecha, como a un sector de la comunidad brasileña que reside en Italia, quien esperó por horas tanto para ovacionarlo como para abuchearlo.
Bajo una llovizna persistente, en medio de la neblina y el frío, representantes de varios partidos de izquierda, así como del sindicato CGIL y de la agrupación antifascista ANPI, manifestaron en forma pacífica en la plaza central con banderas y carteles por la distinción al controvertido mandatario sudamericano.
Con información de AFP
Imagen: AFP