La Casa Blanca reveló el nuevo retrato oficial de Melania Trump, primera dama de Estados Unidos, una imagen que destaca por su sobriedad y estilo en blanco y negro. La fotografía, tomada por la fotógrafa belga Régine Mahaux, muestra a Melania Trump de pie, apoyada sobre una mesa, con el Monumento a Washington visible a través de un ventanal.
Un cambio de estilo en los retratos oficiales
A diferencia de las primeras damas anteriores, quienes solían optar por colores vibrantes y escenarios más cálidos en sus retratos oficiales, Melania eligió un enfoque más serio y sofisticado. Viste un conjunto oscuro con camisa blanca y luce un semblante firme, marcando un contraste con su retrato anterior, donde aparecía con una ligera sonrisa y en color.
La elección del blanco y negro, así como la pose formal, refuerza la imagen de control y elegancia que la primera dama ha proyectado durante su tiempo en la Casa Blanca.
Una vida marcada por el glamour y los desafíos
Aunque hoy Melania Trump es reconocida por su estilo refinado y dominio de varios idiomas, su origen es mucho más humilde. Nació en Sevnica, una ciudad industrial de la antigua Yugoslavia (actual Eslovenia). Hija de un vendedor de autos y una trabajadora textil, creció en un departamento cercano a fábricas y ríos.
Su carrera como modelo comenzó a los 16 años, cuando un fotógrafo descubrió su potencial en las calles de Liubliana. Desde entonces, trabajó en importantes ciudades como Milán y París, perfeccionando idiomas como inglés, alemán, francés e italiano. En 1996, se mudó a Nueva York, donde conoció a Donald Trump dos años después, iniciando una relación que culminó en matrimonio en 2005.