Columnas
Comenzaron a especular muchas cosas. Los mismos columnistas conservadores, con una concepción totalmente errónea, auguraban un cataclismo luego de las declaraciones de Adán Augusto López Hernández, desde la tribuna del Senado de la República. Este tipo de comentarios generaron un clima que, como tal, acaparó la prensa a nivel nacional. Hubo, por ejemplo, quien manejó versiones de un rompimiento que, de plano, está plenamente fuera de la realidad en un universo que, evidentemente, reina la unidad. Desde luego, podemos denominar hasta cierto punto normal el derecho a disentir, en especial cuando existe pluralidad y se flexibiliza la comunicación en una estructura política como Morena.
Por supuesto que las declaraciones causaron estupor, máxime cuando viene de un mismo movimiento. Se habló, incluso, de un proceso exhaustivo que, para aclarar cualquier especulación, el mismo Ricardo Monreal, con esa sagacidad política que tiene, salió a la luz pública y, con pruebas contundentes, aclaró la atmósfera que se propició. Fue, ni más ni menos, una respuesta muy inteligente la que efectuó el coordinador de la fracción parlamentaria de la cámara de diputados, especialmente en el tiempo en que se trató de maximizar un hecho que, de alguna manera, siempre existió la voluntad política del zacatecano para despejar eso a detalle, más aún en el momento en que se trata de ese tipo de pronunciamientos que, para la unidad, se han limado toda aspereza y diferencia que pudiese existir si es que la hubo.
A nuestro juicio, en diferentes espacios de opinión, siempre aseguramos que Ricardo Monreal, decidido a conciliar al interior, estaba dispuesto a dialogar cualquier inquietud que existiera. Y sí, rápidamente, con una sonrisa, posó para la fotografía con la Secretaria de Gobierno en las oficinas de Bucareli, luego de que las alarmas se encendieran en Palacio Nacional. Eso pasó a ser un momento que, como tal, quedará para el anecdotario, sobre todo con la reunión que sostuvieron Monreal y Adán Augusto. El mismo Monreal, además de evitar más especulaciones, supo mediar inmediatamente el asunto y, téngalo por seguro, tendió deprisa los puentes de interlocución con Adán Augusto López, con quien hizo mancuerna en la pasada legislatura en la cámara alta como enlace del presidente López Obrador. Para tal efecto, esto solamente puede ser posible, lo dijimos una y otra vez, con el oficio de Ricardo al mostrar apertura de diálogo.
Hay que mencionar, que con una combinación de factores, Ricardo Monreal efectuó una carambola de tres bandas; es decir, sacó a flote su capacidad conciliadora que, en los hechos, constituye una de las herramientas más infalibles del coordinador de la fracción parlamentaria en la cámara baja. Y con todas las diferencias enmendadas, eso, como tal, también originó que la unidad, en vísperas del arranque legislativo, sean idóneas, en especial, por la importancia de los proyectos de reforma constitucional que se tratarán en los próximos días. Recordemos que, en política, la forma y el fondo son dos elementos inherentes. A lo que voy es que una fotografía entre ambos coordinadores sonriendo, a estas alturas, es la manifestación más evidente del momento inmejorable que reina en el lopezobradorismo. Desde luego, esto se da en un tiempo crucial donde la presidenta de México, con un Plan Nacional, ha sentado las bases para seguir profundizando las políticas públicas del país.
Es simple: salió a flote el liderazgo que siempre ha demostrado Ricardo Monreal. Él, por mucho, es el político con mayor sapiencia y madurez política de México. Eso, por lo tanto, lo coloca como el principal protagonista del legislativo y, a su vez, como el hombre de mayor sagacidad y oficio para construir acuerdos, pues Monreal, nos queda claro, es un hombre que sabe cumplir su palabra, más aún en alguien que está convertido en el pionero de estos cambios constitucionales profundos que requiere el país. Entonces, la fotografía que ha tenido lugar en el momento más ideal, es el sello de la unidad. Seguramente por ello, el zacatecano hizo todo lo posible para que, en vísperas del arranque, se acabarán con las especulaciones. Él, naturalmente, seguirá siendo el coordinador de la fracción parlamentaria durante los tres años que durará el trabajo que delegó el pueblo de México a los diputados de cada distrito.
Políticamente hablando, además de ser una demostración de voluntad de Monreal para disipar todo tipo de especulación que él mismo aclaró con pruebas, es la señal más clara de que, en este instante, Ricardo vive su mejor momento de lucidez. Siendo así, y al comenzar el año y los preparativos para el segundo tramo legislativo, el zacatecano, que ha recibido reconocimiento y elogios por esa disposición que siempre muestra de flexibilidad y apertura, deja claro que, como figura, es el perfil con más oficio y sagacidad para tejer fino en cualquier escenario. Y Monreal, fiel a su estilo, se da el tiempo para construir política de alto nivel; es decir, prepara la agenda y, a su vez, su criterio tiene un peso muy significativo en la opinión pública. A la par de ello, eso lo coloca, ya él lo decidirá, como uno de los fuertes contendientes para el 2030 en la presidencia de la República.
Todos los lunes, antes de las 8:00 a.m., participo con Jesús Aguilar en Factor 96.1 con temas de tu interés y del trabajo legislativo. San Luis Potosí el mejor Estado de México.
— Héctor Serrano (@HectorSerranoC) February 10, 2025