Martha Bautista
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) aplica el Modelo de Rehabilitación Integral Post Covid-19, el cual actualmente atiende a 30 pacientes, de los cuales 100 por ciento tiene secuelas pulmonares, 50 por ciento psicológicas, 20 por ciento de comunicación y 10 por ciento neurológicas.
Los pacientes que son atendidos actualmente provienen en su mayoría de las ciudades de México, Guadalajara y San Luis Potosí. El promedio de edad es de 47 años y predomina el género masculino.
La Dirección General de Rehabilitación e Inclusión Social han impartido 75 valoraciones médicas por médicos especialistas y con alta especialidad en rehabilitación, 638 sesiones de fisioterapia y 323 sesiones de terapia ocupacional, así como 60 sesiones de psicología.
Este programa que inició en noviembre del 2020 tiene como objetivo diagnosticar y atender las secuelas funcionales que deja el virus SARS-CoV-2 en personas recuperadas, e intervenir oportunamente frente al riesgo de presentar algún tipo de discapacidad como consecuencia de la enfermedad.
El Modelo de Rehabilitación Integral Post Covid-19 consta de tres etapas: una de Detección y Diagnóstico, que se ejecuta vía remota y con la intervención de especialistas para recibir opciones de terapia; la segunda, de Atención Inmediata, que también se realiza vía remota y a través del micrositio de Telerehabilitación, ubicado en el portal del SNDIF www.gob.mx/difnacional, donde se ofrece tratamiento a personas en fase de recuperación, ejercicios de respiración y planes de acción; y una tercera de Seguimiento, en la que se contempla la atención ya presencial en los Centros de Rehabilitación de todo el país, una vez que éstos sean reabiertos.
Las secuelas funcionales detectadas en pacientes recuperados del nuevo coronavirus son variables y pueden afectar las capacidades: pulmonar (dificultad respiratoria, desacondicionamiento cardio-pulmonar, polineuropatía), neurológica (Guillain Barré, EVC, encefalitis y neuropatía), de comunicación y alimentación (disfagia, disfonía y trastornos auditivos), cognitiva, psicológica y de salud mental (síndrome post-estrés traumático, salud social, salud mental familiar, alteraciones cognitivas), hasta la inclusión social en el ámbito escolar o laboral.