Esta mañana el Papa Francisco ha lamentado el terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Richter, el cual sucedió en la provincia turca de Kahramanmaras, y que además ha dejado más de 1.600 muertos en Turquía y Siria, según los últimos balances oficiales.
“Su santidad el Papa Francisco ha recibido con profunda tristeza la noticia de la enorme pérdida de vidas causada por el terremoto en la zona del sudeste de Turquía y ha trasladado su cercanía espiritual a todos los afectados”, ha señalado en la misiva dirigida al nuncio apostólico en Turquía, Marek Solczynski.
Por otro lado, en otro telegrama remitido al nuncio en Damasco, el cardenal Mario Zenari, el Papa se ha mostrado “profundamente entristecido por la importante pérdida de vidas causada por el terremoto en la zona noroeste de Siria”.
Tras ofrecer sus oraciones “por las almas de los difuntos”, ha encomendado a los afectados por esta catástrofe a “la providencia del Todopoderoso” y ha rezado, en particular, por el personal de emergencia “que participa en las operaciones de socorro en curso.”.