Reuters
El Papa Francisco realizó este miércoles su primera audiencia general semanal en público en seis meses, sonriendo y conversando en medio del levantamiento de las limitaciones impuestas por causa del coronavirus.
La audiencia, en la que el Papa anunció un día de oración y ayuno por el Líbano, se celebró en el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico del Vaticano. A los visitantes se les tomó la temperatura y casi todos entre la audiencia de aproximadamente 500 personas usaron mascarillas.
"Después de tantos meses, retomamos nuestros encuentros cara a cara y no pantalla a pantalla, cara a cara, y es hermoso", declaró el Pontífice al inicio de la audiencia.
La última vez que el Papa celebró una audiencia con público fue a principios de marzo. Después de eso, la pandemia lo obligó a realizar audiencias virtuales transmitidas desde la biblioteca papal oficial por televisión o internet, experiencia que describió como similar a estar "enjaulado".
El Papa besó una bandera libanesa que le entregó el sacerdote libanés Georges Breidi e inclinó la cabeza para decir una oración en silencio por el país, que el mes pasado sufrió una enorme explosión en uno de sus puertos y que está sumido en crecientes tensiones sectarias.
Al final de la audiencia, Francisco invitó al sacerdote al frente para sostener la bandera mientras hacía un llamado a la paz y al diálogo en el Líbano.