La Semana Santa de Sevilla no se vivirá en la calle, y quizá tampoco en los templos, por la pandemia global del coronavirus.
Así lo decidieron el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el arzobispo del lugar, Juan José Asenjio, y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de ese sitio, Francisco Vélez, tras una reunión para analizar las decisiones del Gobierno de España de declarar el estado de alarma.
Con esta determinación terminaron con la incertidumbre sobre la viabilidad de celebrar los desfiles procesionales de la Semana Santa 2020. Y es que consideraron que hay motivos de salud pública suficientemente justificados para suspenderlas.
Redacción ContraRéplica
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