La Secretaría de Energía endureció las condiciones de operación para plantas solares y eólicas en aras de la “confiabilidad” del sistema. La medida representa un punto de inflexión en los repetidos esfuerzos del Gobierno por favorecer la producción estatal y arrinconar la participación privada en el mercado, una intención que recientemente ha provocado roces diplomáticos con la Unión Europea y Canadá.
Pese a no tener rango de ley, el acuerdo cambia las reglas del juego de forma sustancial por lo que no garantiza la confiabilidad del sistema frente al carácter intermitente de las renovables es la justificación esgrimida.
La Secretaría de Energía ha defendido que “es responsabilidad del Estado, garantizar la confiabilidad” y advertido de que “Todas las fuentes de energía de México deberán cumplir con el ordenamiento publicado”, según ha difundido este sábado en Twitter.
El acuerdo enumera una serie de criterios para autorizar la interconexión de nuevas centrales al sistema. Entre ellos, figuran el estado de congestión de la red eléctrica, las “condiciones climatológicas” de la zona o el “espaciamiento” de las plantas entre sí.
Juan Aguilar
Información El Pais
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