El Senado de la República dio luz verde a una serie de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, marcando un cambio significativo en la estructura gubernamental. Estas modificaciones incluyen la creación de nuevas dependencias, la redefinición de funciones clave en varias secretarías y la absorción de atribuciones de organismos autónomos.
Entre los cambios más destacados se encuentra la transformación de la Secretaría de la Función Pública en la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, la cual asumirá responsabilidades previamente gestionadas por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que se encuentra en proceso de desaparecer. Además, se establecen dos nuevas secretarías: la Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación, con el objetivo de fortalecer la igualdad de género y fomentar el desarrollo científico en el país.
Las reformas también contemplan la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, encargada de liderar los esfuerzos de digitalización de servicios públicos y coordinar la gestión de datos gubernamentales. Esta iniciativa ha generado preocupación entre los legisladores de oposición, quienes advierten sobre los riesgos de centralizar información personal sensible.
Durante el debate, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Enrique Inzunza Cázarez, defendió las modificaciones, argumentando que buscan "un gobierno más eficiente, transparente y orientado hacia el bienestar de los ciudadanos". La votación se realizó en dos partes, logrando la aprobación unánime para la creación de las nuevas secretarías, mientras que la segunda parte, relacionada con la desaparición de organismos autónomos, obtuvo 82 votos a favor y 39 en contra.
La oposición expresó reservas sobre ciertos aspectos de las reformas. Legisladores del PRI y PAN manifestaron su respaldo a la creación de la Secretaría de la Mujer, pero cuestionaron la falta de asignación presupuestal adecuada para cumplir con sus objetivos. Asimismo, advirtieron sobre posibles impactos negativos derivados de la concentración de facultades en las nuevas entidades, particularmente en la Secretaría Anticorrupción.
El senador Manuel Huerta, de Morena, respondió a las críticas subrayando que estas reformas son un paso necesario para "acabar con los resabios de corrupción y fortalecer el papel del Estado en áreas estratégicas". Por otro lado, legisladores como Alejandra Barrales señalaron que la desaparición de órganos autónomos representa un retroceso en términos de transparencia y rendición de cuentas.
Foto por Cuarto Oscuro