Este domingo se llevó a cabo una jornada de duelo nacional en Israel en memoria de los 45 fallecidos, entre ellos niños, en una avalancha humana durante una peregrinación que reunió a miles de judíos ortodoxos.
La tragedia ocurrió el viernes de madrugada en Monte Merón (norte).
Los primeros funerales tuvieron lugar el viernes de tarde, tras lo que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, denominó "uno de los más grandes desastres" en la historia del Estado.
Tras una pausa con motivo del Shabat, las exequias reanudaron el sábado de noche. En tanto las autoridades anunciaron este domingo haber finalizado la identificación de los fallecidos, entre los cuales hay cuatro estadounidenses y dos canadienses.
"Alrededor de la medianoche se completó la identificación de las 45 víctimas (...) Se entregaron 44 cuerpos (a las familias) para el entierro y el último se hará durante el día", indicó en un comunicado el ministerio de Salud.
Las banderas azules y blancas con la estrella de David estaban izadas a media asta este domingo en los edificios gubernamentales con motivo del duelo nacional, mientras se multiplicaban los funerales, sobre todo en Bnei Brak, cerca de Tel Aviv y Jerusalén, en tanto las familias cumplían el Shiv'ah, periodo de siete días de duelo.
"Me afecta personalmente porque provengo de un hogar ultraortodoxo. Hasta hace ocho años iba en peregrinación a Merón. Mis padres estuvieron presentes pero se fueron una hora antes" de la tragedia, señaló Rachel, de 28 años.
Yael, otra joven israelí comentó: "hice la peregrinación durante veinte años (...) Sufrí la experiencia de una avalancha (...) Nunca más regresé".
"Desastre", "Tragedia", "Fracaso del gobierno", se leyó en las portadas de los diarios del pasado domingo.
Las preguntas no cesan: ¿Qué pasó realmente? ¿De quién es la culpa? ¿Se habría podido evitar? El viernes, los judíos ultraortodoxos volvieron a peregrinar al lugar --tras no hacerlo en 2020 por la pandemia--, cuando ocurrió el drama.
Hacia las 00:50, en plena algarabía, una masa humana abandonaba el lugar, lo que exigía atravesar un estrecho pasillo, que hizo de embudo provocando la tragedia, confiaron testigos.
Jóvenes y adolescentes en su mayoría fueron aplastados por la muchedumbre en pánico. El jefe de Policía para el norte de Israel, Shimon Lavi, asumió la "responsabilidad" de la tragedia. Pero, el debate no está cerrado al respecto. Desde hace años se destacaba que la seguridad era aleatoria.
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