Jóvenes atletas de la delegación olímpica de Israel, comprobaron la resistencia una de las llamadas camas “antisexo” de la Villa Olímpica en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Las estructuras de dichas camas están hechas a base de cartón, y fueron criticadas por su supuesta fragilidad. Sin embargo, en varias pruebas mostraron su fortaleza.
Primero un atleta brincó sobre ella, de tal modo que terminaron subiéndose 9 hombres sobre la cama.
Tras diversas pruebas, y hasta tener a 9 atletas encima, la cama “antisexo” por fin se dobló.
Las estructuras de las camas resultaron más fuertes de lo que habían sospechado, ya que otros deportistas, también las pusieron a prueba,
teniendo como resultado la firmeza de este mueble.
Las camas de los deportistas en la Villa Olímpica fueron fabricadas con materiales reciclables, como cartón, para ser reutilizadas al término de las competencias. Sin embargo, se dijo extraoficialmente que su fin era el de fungir como una cama “antisexo” y al mismo tiempo prevenir contagios de Covid-19, pues supuestamente no aguantaría el peso de más de una persona, ni movimientos bruscos.
Imagen: Captura de pantalla