“Dices que sí, pero no me dices cuándo”

Detrás de refranes como “El que tenga más saliva, que trague más pinole”, podemos observar con indignación que efectivamente, ante situaciones de escasez, los seres humanos solemos tener la misma reacción egoísta.

La vacuna Pfizer no se distribuye con la misma rapidez y eficiencia en países ricos y poderosos como en economías emergentes y países pobres. Mientras que las potencias acapararon el mercado de vacunas, se calcula que habrá países que tarden años en vacunar a su población. No cabe duda de que cuando los seres humanos se encuentran vulnerados es más común la reacción egoísta de que “cada quien se rasque con sus propias uñas”.

A inicios de la pandemia, una de las películas más mencionadas de Netflix, “obvio” me refiero a la del vasco Galder Gaztelu-Urrutia, “El Hoyo”, retrató muy claramente esa parte mezquina y poco empática de los seres humanos. Por azares del destino coincidió con la llegada del Covid-19 que puso al mundo en jaque.

Afortunadamente “los buenos somos más” y siempre ha cabido la cordura en alguien.

Esta pandemia trajo una enorme reflexión, una introspección planetaria sobre lo que más amamos de la vida. No hay que “echar en saco roto” todo lo aprendido.

Respecto al título de esta reflexión, es común que bajo presión se nos dé “la vuelta” y se gane todo el tiempo posible para dar solución un problema. Sin embargo, la comunidad de trabajadores de la cultura y el entretenimiento sigue en espera de que se cumpla la palabra del presidente y se complete la atención a quienes, desde mayo y junio del año pasado, fueron entrevistados por los Servidores de la Nación para aplicar para el “Crédito a la palabra”. Aunque la mayor parte recibió este apoyo, una parte importante fue omitida y hasta el momento no se ha tenido respuesta de las autoridades. El 20 de diciembre del año pasado la aún diputada y ahora secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, recibió de Movimiento ESCENA un listado con los datos de personas que se encuentran en esta situación. Hasta el día de hoy no ha existido ningún tipo de comunicación, ni siquiera una confirmación de recibido, únicamente respuestas públicas a comentarios en su página en Facebook en los que asegura ya se está trabajando. Como dice mi abuelita “me dices que sí, pero no me dices cuándo”. La comunidad necesita ser rescatada de la mayor crisis de toda su historia, no podemos esperar.