Por Claudia Bolaños
Es necesario exigir al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a las áreas ligadas al tema de la violencia, una política pública contundente, clara, medible, con objetivos precisos que ayuden a dar certeza de que se quiere enfrentar y resolver el problema de los imparables crímenes contra mujeres en México, y no un decálogo inútil como el que ofreció la semana pasada, indicó Antonio Ortega Martínez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) en la Cámara de Diputados.
Señaló que –por la crueldad y salvajismo con el que fueron perpetrados- los recientes asesinatos de la niña Fátima Cecilia y de Ingrid Escamilla han desatado en el país, una ola de reclamos, indignación y la exigencia de que el gobierno dé respuesta concreta al problema de la violencia contra las mujeres que, de acuerdo con organizaciones especializadas, se contabilizan en una decena por día en lo que va de este año.
“El Presidente ha reducido su capacidad de respuesta y de atención a este reclamo con un decálogo de buenos deseos que, eso y nada, es lo mismo porque no expresan una política pública que signifique voluntad, acciones concretas, objetivos a alcanzar”, señaló el legislador federal perredista.
En la medida en que el Presidente no entienda que la dimensión del problema reclama un pacto del Estado mexicano donde participen todas las instituciones, la sociedad, las partes comprometidas con la lucha contra la violencia de género, no estará captando el tamaño del problema y, desde luego, la magnitud de la solución que se exige, concretó.