La presidenta del Consejo Honorario de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller, llamó a la defensa, custodia, protección y valoración del patrimonio histórico cultural de México para evitar su sustracción ilegal del país y que sea subastado en otras naciones.
Al participar en la presentación de los billetes de lotería diseñados para conmemorar los cien años del muralismo mexicano, la también esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó: “queremos seguirle diciendo, sobre todo a los compradores: no lo hagas. Eso que quieres comprar puede que sea falso, de hecho, se van a subastar piezas falsas, pero sobre todo estás robando o estás contribuyendo al robo del patrimonio de una nación”.
“Nuevamente hacemos un llamado a las casas subastadoras que en Europa venden nuestro patrimonio, el que nosotros no defendemos porque hay excavaciones clandestinas en zonas arqueológicas, porque hay sustracción de documentos u obras en las oficinas públicas, en los archivos, en las bibliotecas, en los museos, es difícil robarse un mural, pero si pudieran lo habrían hecho también. La responsabilidad tan grande que tienen los cuidadores de esos patrimonios para que no salgan de México de manera ilegal y termine ese patrimonio subastándose en otras naciones”, señaló.
Ante ello, Gutiérrez Müller pidió sumarse a la defensa del patrimonio cultural de México.
“Porque queremos seguir diciéndole a los compradores, no lo hagas, eso que quieres comprar puede que sea falso, de hecho, se van a subastar piezas falsas, pero estas contribuyendo al robo del patrimonio de una nación. Sumarnos a esta defensa mucho ayudará para las nuevas generaciones porque en cada pieza, en cada pared, en cada objeto está nuestra historia, está una explicación a lo que somos hoy”, sostuvo.
Por su parte, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, subrayó que los murales que pintaron en el alto tribunal José Clemente Orozco y Rafael Cauduro denuncian la injusticia, así como la corrupción y la vergüenza de la que han sido parte los juzgadores.
Imagen: Cuartoscuro