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CNDH debe recuperar su fuerza moral y credibilidad, dejar de ser la desactivadora de las críticas al gobierno, y ayudar a resolver problemas del país: González Schmal

CNDH debe recuperar su fuerza moral y credibilidad, dejar de ser la desactivadora de las críticas al gobierno, y ayudar a resolver problemas del país: González Schmal

Nación miércoles 23 de octubre de 2024 -



Claudia Bolaños

Jesús González Schmal, aspirante a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), considera que este organismo “debe recuperar su fuerza moral y credibilidad”, y dejar de ser la “desactivadora de las críticas al gobierno”.

El cambio debe comenzar desde adentro, con un enfoque en la transparencia, eficiencia y respeto a los derechos humanos. “Es hora de actuar”, dijo en entrevista con Contra Réplica.

Más que servir al Ejecutivo, siendo omisa y haberse dejado reducir a su mínima expresión, como sucedió en la administración de Rosario Piedra, según sus acusaciones, la Comisión debe formar parte de temas relevantes y soluciones pacifistas.

Añadió que su vacío quedó de manifiesto en el sexenio que concluyó, con la reforma educativa, a la seguridad pública y la conformación de la Guardia Nacional, el plan de seguridad pública e incluso en un plan de combate al narcotráfico, y de protección a la juventud.

El ex legislador, aspirante a la candidatura presidencial del país por el PAN, ex candidato a gobernador de Coahuila en las Elecciones de 1993 por el Partido Demócrata Mexicano, y ex oficial mayor del Gobierno del Distrito Federal con Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros cargos que ha tenido, señala que la CNDH, de acuerdo con el primer artículo de la Constitución, puede mediar frente a conflictos que pongan en riesgo los derechos humanos; ejemplificó con la complicación de la reforma judicial, con la militarización y la seguridad pública, que ha generado una confrontación entre la población que puede caer en violación de derechos humanos.

En esos temas el organismo defensor de las garantías individuales “debe dar una mediación, con una visión distinta, que no sea con partidismo, ni ideologías, sino con el derecho internacional, y que sean los derechos humanos el parámetro con el que se mida la conveniencia o no, de determinadas medidas que están generando confrontaciones entre los mexicanos”.

En esa labor, la CNDH no se va a pronunciar por ambas acciones, sino con un nuevo mecanismo de valoración, con parámetros de respetabilidad y derechos de los mexicanos, como se hace en los países avanzados, añadió.

En cuanto al narcotráfico y sus enfrentamientos, el organismo de carácter autónomo debe obligar a la autoridad en preservar derechos de ciudadanos, y que se establezca una política y conducción de extinción de los grupos delictivos, con un sentido razonable, técnico, científico y con plazos y programas determinados, “que se acabe con la improvisación, ocurrencias y los slogans y que se vaya a una verdadera campaña de extensión de los focos del nacimiento de estos delincuentes, pero a su vez que no se propicie la impunidad y se preserve la juventud para no seguir por ese camino. Yo creo que en ese sentido, la CNDH puede coadyuvar con su experiencia internacional y nutrir este programa de ataque frontal el crimen organizado y su extinción final”.

Especialista en derechos humanos, González Schmal resalta el maltrato del que fue testigo al interior de la CNDH, quien lo llamó hace un año a “fingir” un análisis sobre asuntos de impacto nacional para recomendaciones y conclusiones del caso Ayotzinapa y Mario Aburto, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, y el de la matanza de la familia Lebarón: “pero al estar a dentro de la institución me di cuenta que la Comisión es un ente totalmente atrofiado (…) cuando la veo operando como una entidad burocrática, dije: -Dios mío, dónde estamos-, por qué este instrumento con tanto potencial, ahora es, perdón, el bastión de un grupo que controla, casi como jeques a una población de trabajadores, más de mil 700, y con un presupuesto de más de dos mil millones de pesos. Me nació la incomodidad de eso”.

Luego de ello, trabajadores de la CNDH se le acercaron para quejarse del sometimiento y chantaje constate de despedirlos, con contratos de tres meses, bajo los cuales dijeron estar sometidos a sus jefes, a sus humores y estados de ánimo.

Además de abogado, como profesional de los derechos humanos y personal, se sorprendió de esa situación. “Nunca había visto un clima tan incómodo para trabajar y tener productividad, cuando tendrían que tener un modelo para que puedan estar con vocación y entregados a su labor tan elevada, para ayudar a resolver los problemas entre autoridad y ciudadanos, y difusión de derechos humanos”, están padeciendo.

Recuerda que marchó a lado de Rosario Ibarra de Piedra, para exigir la aparición de su hijo, pero señaló que su hija, Rosario Piedra, no tiene la preparación sino que se valió de su segundo, quien verdaderamente opera y negocia la labor o no de la CNDH.

Señaló que en este “México tan convulsionado y a la orilla del precipicio”, donde se requiere que se sepa renunciar a inclinaciones personales, la ombudsperson “se valió de un segundo de abordo, que es Francisco Estrada, como Ejecutivo, y se hizo allí una mancuerda rara, porque ella aun así, atónita (con su nuevo cargo), y el otro demasiado avanzado en ejercer un cacicazgo, un control y un empoderamiento de la institución, y muy inclinado a negociar con el gobierno: -qué quieres que diga, o que quieres que no diga-, y desde ese momento, desnaturalizó, truncó, atrofió, la comisión Nacional de Derechos Humanos, por eso tuve que renunciar”.

-¿Y para qué lo mandaron llamar sino querían avanzar en esas investigaciones? -se le pregunta-

-“Esa siempre fue mi duda, estaban fingiendo…. es evidente que querían cubrir el expediente, y tan fue así, que termina el sexenio, y el problema de Ayotzinapa que ha sido detonador de muchos problemas, e irritación trasladada como son las patologías, sicológicas subyacentes en la belicosidad del estado… ya Guerrero es ejemplo de que cuando no se resuelven los problemas a tiempo, se multiplican, y luego son incontrolables”, señala. “Ese fue el caso de Ayotzinapa que no se quiso mandar el mensaje que hay el imperio del Derecho y de la ley, y hay una conciencia de que todos estamos sujetos a una norma”- responde.

Si Ayotzinapa, a pesar de su tiempo y costos humanos, considerando que hay el imperio del Derecho y de la ley, y hay una conciencia de que todos estamos sujetos a una norma, “y yo me di cuenta de esto y me asombré, porque nunca me imaginé que se fuera a degradar tanto la institución”, concluye sobre el cuestionamiento.

Luego de percatarse de eso, salió, y pensó en aceptar la propuesta de ser candidato, realizada hace un mes, con apoyo de trabajadores que quieren acabar con lo que llaman “terrorismo laboral”, aclara.

Para Jesús González Schmal, la Comisión Nacional de Derechos Humanos enfrenta una crisis que requiere atención inmediata, empezado por una auditoría que reveló desviaciones presupuestales e irregularidades en la gestión de recursos. Es imperativo abordar estos problemas para restaurar la credibilidad y eficacia de la institución, dice.

A su consideración, y según los temas que tratará en su entrevista en el Senado, para ser considerado como próximo ombudsperson, es impulsar la ⁠transparencia y rendición de cuentas: Realizar una auditoría exhaustiva para esclarecer las desviaciones presupuestales y tomar medidas correctivas.

Además el ⁠ rediseño institucional: Optimizar la estructura y funcionamiento de la CNDH para mejorar la eficiencia y eficacia en la protección de los derechos humanos; establecer plazos razonables para responder quejas y denuncias, evitando demoras injustificadas.

Tener el ⁠Consejo Consultivo que el Senado debe nombrar de inmediato para garantizar la independencia y autonomía de la CNDH, a lo cual, dijo, se negó en el presente administración de Piedra Ibarra.

También es necesario el fortalecimiento del cuerpo de visitadores: Ampliar el número de visitadores al doble, reduciendo la carga administrativa y garantizando una atención efectiva a las víctimas.

⁠Capacitación y estímulos: Proporcionar capacitación, formación y estímulos al personal para mejorar su desempeño y compromiso con la protección de los derechos humanos; ⁠comunicación efectiva: Fomentar la comunicación lateral y horizontal entre áreas para evitar duplicidades y mejorar la coordinación.

Y tener una atención especializada: Brindar atención especializada a personas en condiciones de vulnerabilidad, como ancianos y personas con discapacidad.

El aspirante a la presidencia de la CNDH señala que el Derecho es la única vía para lograr la pacificación de un país, pero eso no debe significar que haya impunidad.

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/CR

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