Por una contundente mayoría este domingo los chilenos aprobaron una nueva Constitución a través de una asamblea elegida exclusivamente para ese propósito, en una jornada marcada por las restricciones para combatir la pandemia en uno de los países más golpeados por el coronavirus.
El acuerdo político para una nueva carta magna surgió tras una ola de protestas del año pasado, a veces violentas, originadas en reclamos que van desde críticas al sistema capitalista hasta mejorar condiciones en salud y educación.
Con un 19,05% de las mesas escrutadas, el "Apruebo" a una nueva carta magna obtenía un 77,50%, mientras que la opción rechazo lograba un 22,50%, informó el Servicio Electoral en su boletín.
Si bien la autoridad no informó de la participación, se pronosticaba que podría ser la más alta desde que se instauró el voto voluntario en 2012.
Al votar en las primeras horas, el presidente Sebastián Piñera invitó a los ciudadanos a respaldar la opción de su preferencia, destacando que la mayoría de los chilenos quiere perfeccionar la Constitución.
El resultado tiene un fuerte componente simbólico pues es visto como un final definitivo de la Constitución de 1980, redactada a puertas cerradas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Juan Aguilar
Información de agencias
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