Covid revive el trueque prehispánico en México 

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“Cambio por despensas artesanías de Oaxaca”, dice la cartulina verde de Doña Martina, una indígena mixteca, mientras espera paciente en plena pandemia que pueda obtener frijol, arroz, leche o cualquier otro alimento a cambio de sus productos de palma hechos a mano.

“Nunca había estamos tan fregados como en estos tiempos de este virus. Salir a vender es un riesgo, pero nadie compra, todos andan a las carreras para no contagiarse o no tienen dinero porque muchos se quedaron sin trabajo. Yo ya estoy desesperada y lo que me den por mis manteles, tortilleros, bolsas o canastos, está bien”, dijo a ContraRéplica en las inmediaciones de Pabellón Cuemanco, al sur de la Ciudad de México.

Son los tiempos del comercio y de la sobrevivencia de millones de mexicanos que no tienen empleo y que en las calles están recurriendo al antiguo trueque, que se utilizaba en tiempos prehispánicos en las diversas culturas de lo que hoy es México, lo mismo en el mercado de Tlatelolco en el año 1350 que en otras culturas como los mayas o los purépechas.

En la Ciudad de México la escena se repite con artesanos indígenas, quienes han dejado el aislamiento social y la campaña “Quédate en Casa” para poder sobrevivir y ofrecer como trueque sus productos. Incluso músicos callejeros con marimbas, los organilleros o niños que tocan el acordeón, piden comida en lugar de dinero.

No es un caso aislado de la Ciudad de México. En Querétaro, indígenas otomís que venden sus artesanías de barro en las casetas de peaje y gasolineras de San Juan del Río, están recurriendo al trueque para poder comer, ante las nulas ventas de sus productos.

Esther, en compañía de su esposo y sus dos hijas, ofrecen vasijas, collares y figuras “por lo que sea, aunque no traiga dinero, nos puede regalar un pan o despensa”, ofrece desesperada.

“Cambio juguetes por despensa, queremos ayudar a mi mamá”, promocionó en un cartel Alexis, un niño de 10 años que vive en Tijuana, como forma de apoyar a su madre, quien fue despedida de su empleo hace más de un mes y medio.

Los juguetes acomodados en la puerta de su casa se hicieron virales y la ayuda con despensas empezó a llegar.

También, en plena pandemia en la capital, hace unas semanas en San Juan de Aragón, unas 20 familias que dependen de la celebración de ferias populares instalaron un centro de acopio para recibir víveres a cambio de juguetes y alcancías, ya que las autoridades capitalinas prohibieron este tipo de negocios.

La pandemia del Covid-19 en México ha dejado a cientos de miles sin empleo, sin ingresos y los grupos más vulnerables como artesanos, indígenas migrantes y comerciantes ambulantes han recurrido a la prehispánica práctica del trueque para sobrevivir, intercambiando los productos que ellos elaboran o venden por alimentos, reconoce el economista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Federico Novelo Urdanivia.

En entrevista a ContraRéplica indicó que con la pandemia quedó en evidencia que México es una de las sociedades más desiguales del mundo, donde pueden convivir millonarios como Carlos Slim con estos grupos del sector rural, indígena, migrantes y comerciantes en pequeño, pero también una actitud altruista, solidaria de grupos de la sociedad para apoyar a la población más empobrecida.

“En plena pandemia hay también cierta disposición altruista para cooperar para quien ahorita está ofreciendo productos a través del trueque, es decir sin que esté mediante la monetización, significa un comienzo de ruptura de esta normalidad individualista a la que nos acostumbramos fácilmente e ignorábamos todo lo que pasaba a nuestro alrededor”, indicó.

El economista y doctor en ciencias de política internacional consideró que en esta pandemia en México se están desarrollando formas de solidaridad muy efectivas en la sociedad, mecanismos de cooperación para considerar intolerable la miseria y la desigualdad en la que hemos vivido.

“Es una desgracia, pero dentro de la cual se pueden vislumbrar actitudes que nos saquen de este egoísmo profundo en que estados inmersos”.

Dijo que el caso del trueque, que se está reviviendo con la pandemia, “es una especie de economía del bienestar” que apenas inicia y que se opone a la idea y educación que se nos dio por años, de que todo es una competencia y ver por uno mismo y no por la gente.

Consideró que en México hay recursos para atender a estos grupos vulnerables, porque en México tenemos a algunos de los millonarios más ricos del mundo, como Carlos Slim, por lo que el gobierno federal no debe seguir apostando por la austeridad, sino por una reforma fiscal radical para que paguen los impuestos justos, sin privilegios.