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Según el último estudio de indicadores de gobernanza en Latinoamérica y el Caribe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), únicamente el 36.3% de los habitantes en 2022 tenían confianza en sus gobiernos en la región, una cifra que contrasta con el 47.5% registrado en la OCDE. Esta situación ha evolucionado de manera desfavorable desde 2008, con una disminución del 3.9% en el conjunto de los 15 países considerados en el estudio.
México, sin embargo, se destaca como una excepción en esta tendencia negativa, registrando un aumento en la confianza gubernamental. En el país, el porcentaje de personas que manifestaron confianza en su gobierno en 2022 fue del 53%, lo que representa un incremento de 12 puntos con respecto a 2008.
La percepción de corrupción generalizada en el gobierno sigue siendo un factor determinante en la baja confianza de los ciudadanos latinoamericanos. En 2023, el 75.5% de los consultados en la región compartieron esta percepción, un aumento respecto a años anteriores y muy por encima del promedio de la OCDE, que se sitúa en 53.6%.
Países como Perú, Panamá, Ecuador, Colombia, Guatemala, Argentina y Bolivia muestran niveles alarmantes de percepción de corrupción, alcanzando cifras del 80% o más.
Los desafíos que enfrentan las democracias latinoamericanas van más allá de la falta de confianza en los gobiernos. La desigualdad, la informalidad y las limitaciones fiscales para abordar problemas como el cambio climático son algunos de los retos mencionados en el informe. La espiral inflacionista de los últimos años ha exacerbado la desigualdad, impactando especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
A pesar de estos desafíos, la región ha logrado avances en áreas como la participación ciudadana, la integridad pública y la equidad de género en la administración pública. Sin embargo, queda claro que aún hay un largo camino por recorrer para fortalecer las instituciones democráticas y recuperar la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos.