Desde septiembre del 2017, tras el sismo de magnitud 7.1 que azotó la Ciudad de México, vecinos de Tláhuac que viven junto a la parte elevada de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y usuarios, reportaron la presencia de grietas considerables en las instalaciones de la estación Olivos.
“Ya está todo cuarteado, después del terremoto muchas casas tuvimos afectaciones y también ya estaban pasando camiones de volteo, que pesan toneladas y por eso decidimos cerrar", advertían entonces en entrevista con El Universal.
En la Línea 12 se detectaba una falla estructural en una columna ubicada en el tramo Nopalera-Olivos, lo que debilitaba su funcionamiento integral en el soporte de peso y de elasticidad.
Ante estas fallas, en aquella fecha fue preciso cerrar seis estaciones: Tezonco, Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco, Tláhuac y, justamente, Olivos. Los trabajos de apuntalamiento y rehabilitación se hicieron desde el 25 de septiembre de 2017.
Ante la inconformidad sobre dicho mantenimiento, en 2018, vecinos bloquearon la vialidad entre la estación Olivos y Nopalera, manifestando que se le diera seguimiento a las quejas que habían hecho por los daños a la infraestructura del Metro.
El lunes por la noche se desplomó un puente de la vía elevada de la Línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, sobre el que circulaba un tren con varios vagones.
Al corte de las 5:30 horas de este martes, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México informó que el incidente suma hasta el momento 23 muertos y 79 personas hospitalizadas.
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