“¡La pagarán muy caro! Esta no es una advertencia, es una amenaza. ¡Feliz Año Nuevo!”, tuiteó Donald Trump el martes por la tarde, tras el ataque de fuerzas proiraníes a la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
Horas después sus palabras tuvieron sentido: el Pentágono confirmó que el presidente de Estados Unidos había ordenado el asesinato del general Qasem Soleimani, líder de Los Guardianes de la Revolución.
"Los Guardianes de la Revolución anuncian que el glorioso comandante del islam, Haj Qasem Soleimani, después de una vida de servidumbre, murió en un ataque de Estados Unidos contra el aeropuerto de Bagdad esta mañana", confirmó la célula en una declaración leída en la televisión pública iraní.
Y un instante después Trump tuiteó la bandera de Estados Unidos, un gesto que fue tomado como señal de victoria ante el asesinato de Soleimani.
Las tensiones entre la República Islámica de Irán y Estados Unidos aumentaron el pasado 31 de diciembre después de que miles de iraquíes marcharon hacia la Zona Verde, donde se encuentran oficinas del gobierno iraquí y embajadas de gobiernos extranjeros, y se concentraron en una calle frente a la embajada de EU.
Entre cánticos de consignas contra Estados Unidos, algunos de los manifestantes lanzaron piedras a la puerta principal del complejo y atacaron puestos y cámaras de seguridad.