El Atleti tira al campeón Liverpool en Anfield

El campeón Liverpool no podrá mantener su reinado, pues el Atlético de Madrid, de la mano de un inspirado Marcos Llorente, apagaron Anfield ayer para ganar el partido 3-2 en los tiempos extras (4-2 en el marcador global) y firmar su boleto a los cuartos de final de la UEFA Champions League.

El cuadro de casa se adelantó con los tantos de Georginio Wijnaldum al 43 y Roberto Firmino al 93, pero Marcos Llorente con un doblete al 97 y 105+1 y uno más de Álvaro Morata al 120, le dieron el pase al conjunto de Diego Simeone.

Liverpool se adueñó de la pelota, aunque abusó de los constantes centros durante todo el primer tiempo. El primer aviso de los Reds lo hizo Mohamed Salah por arriba del marco al minuto nueve, pero tuvieron que pasar más de 20 minutos para que Jan Oblak apareciera bajo los tres postes al atajar el disparo de Sadio Mané.

Minutos antes del final, una diagonal retrasada después de jugar en corto el tiro de esquina, provocó que volviera a aparecer Robertson con el potente riflazo que se fue por encima y, más tarde, Sané se animó con la chilena que se fue ligeramente por arriba.

En el inicio del tiempo complementario, el brasileño Firmino arribó con el cabezazo que se estrelló en el poste, pero en el contrarremate la mandó a guardar para hacer el segundo tanto de la noche. Sin embargo, un error de Adrián en la salida instantes después derivó el ataque de los “Colchoneros”, que fue finalizado con el disparo raso Marcos Llorente para empatar el marcador global 2-2 y darles el pase al Atlético a los cuartos de final.

En la prórroga, Llorente tomó la pelota y sorprendió a propios y extraños con el tiro de media distancia que entró pegado a la base del palo, para adelantarse en el global ante la incredulidad de los aficionados del Liverpool.

Para el segundo tiempo extra, los anfitriones se volcaron con todo en la búsqueda de las dos anotaciones, pero en la última acción de la noche, Morata se fue a velocidad y definió con tranquilidad para anotar el tercero y sentenciar una histórica voltereta.